Una madre consumidora de cocaína quemó a su hija de 19 meses hasta la muerte y la dejó gritando de dolor mientras ‘cubría sus huellas’ durante al menos una hora.
Gracie Crowder murió poco después de que la llevaran de urgencia al hospital después de sufrir quemaduras profundas que cubrían el 65 por ciento del área corporal de la bebé.
Su madre Katie Crowder, de 26 años, está acusada de asesinar a la niña exponiéndola al agua caliente en su casa en Mansfield y de no auxiliarla porque pasó la siguiente hora ‘limpiando’ y después recién la llevó a la casa de sus padres que vivían en la misma calle.
«Puede estar segura de que Gracie Crowder fue asesinada por un acto deliberado e ilegal de su madre», ha asegurado la fiscal Sally Howe, que preguntó a la acusada qué había pasado y ésta le contestó: «No lo sé, la encontré así».
Crowder le dijo a la policía que no dejó un rato sola a la niña porque había estado «limpiando un desastre del perro» y que luego encontró a su hija Gracie boca abajo en el baño junto a un cubo de fregona.
Howes también le dijo al jurado que habían encontrado gran cantidad de cocaína en la sangre de Crowder cuatro horas después del incidente, por lo que estaba claro que la acusada se había drogado antes de la muerte de Gracie.
En el juicio también se aseguró que la acusada había hecho comentarios sobre su hija en el pasado, diciendo: «Necesito llevarla a la guardería, nunca tengo un descanso».