Un bebé de tan sólo 11 meses de edad, que se encontraba en completo estado de abandono, perdió la vida tras atragantarse con su leche.
Sin embargo, el pequeño tenía un estado de salud bastante deteriorado, ya que sufría de una desnutrición severa y una diarrea crónica.
Los tíos del niño, quienes lo criaban, prefirieron llevar al pequeño a un yatiri en la zona de La Cancha y luego recién a un centro de salud.
Detrás de esta tragedia se evidencia el abandono en que se encontraba el pequeño. Al momento de lo ocurrido estaba tomando solo su biberón, por lo que se atragantó con su propia leche y perdió la vida.
“Lo llevaron a una especie de yatiri y curandero, en razón de que el infante presentaba deshidratación severa con diarrea que no paraba (…)”, dio a conocer la directora de Género, Generacional y Familia de la Alcaldía de Cochabamba, Tatiana Herrera.
Según información extra oficial, el niño habría sido básicamente abandonado por su madre, quien deslindo responsabilidades debido a que no contaría con los recursos económicos para hacerse cargo del pequeño.
Por ésta razón, fueron los tíos quienes tenían la custodia del niño, sin embargo el bebé prácticamente se quedaba por muchas horas solo, sin que nadie lo cuide o lo supervise, ya que los tíos salían a trabajar.
Los vecinos de la familia lamentan el fatal desenlace del pequeño, porque aseguran que carecían de cuidados y siempre se encontraba enfermo.
Persona de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen llegaron hasta el hospital donde se encontraba el bebé para iniciar con las investigaciones del caso.
De igual forma tomarán las declaraciones de los familiares y los tíos que estaban a cargo del pequeño. Esto para verificar el grado de responsabilidad que habrían tenido en la muerte del pequeño.
Personal de Homicidios también llegó al nosocomio y trasladó el cuerpo del niño hasta instalaciones del Instituto de Identificaciones Forenses (IDIF), para realizar la autopsia de ley y así determinar las causas de la muerte.
“El bebé falleció por una cuestión de broncoaspiración de su propia leche», concluyó Herrera.
