Sustituir las bebidas gaseosas, alcohólicas o los zumos envasados por bebidas antioxidantes y naturales nos va a ayudar a combatir los radicales libres, que son los causantes del envejecimiento y los que nos hacen enfermar. De este modo evitaremos el azúcar, los edulcorantes, los aromas artificiales y los colorantes y, por contra, añadiremos vitaminas y minerales a nuestra alimentación.
TÉ VERDE
Esta infusión milenaria es muy popular en todo el mundo gracias a su alto poder antioxidante y anticancerígeno. También es un excelente depurativo que ayuda a eliminar el exceso de líquidos y toxinas de nuestro organismo, a la vez que un buen remedio para proteger nuestro sistema cardiovascular. Algunos productos cosméticos ya incluyen té verde entre sus componentes, que destaca por su contenido en polifenoles, sustancias antioxidantes. El té verde es más antioxidante que el té negro porque está menos procesado, ya que las hojas se cuecen al vapor y se secan, pero no se dejan fermentar.
KOMBUCHA
El té de kombucha es mucho menos conocido que el té verde. No obstante, debería ser una bebida habitual en nuestra dieta, ya que es un probiótico natural rico en enzimas, aminoácidos y vitaminas. Esta bebida se elabora con té verde o té negro, por lo que incrementaremos los beneficios de estas infusiones medicinales. Podemos comprarlo ya elaborado o bien hacerlo en casa, dejando fermentar el té con el hongo de kombucha y azúcar.
JUGO DE UVA
El mosto es el zumo de la uva, una de las frutas más antioxidantes que existen, por lo que es una bebida sin alcohol ideal para sustituir al vino.
La uva contiene dos tipos de antioxidantes, los flavonoides y la vitamina E, las cuales nos ayudan a combatir el envejecimiento de nuestro organismo. Recomendamos elaborar nuestro propio mosto en casa, licuando uvas con su piel y semillas, que también contienen muchos nutrientes. También podemos batirlas con un poco de agua y colarlas.
LIMONADA
La limonada, una de las bebidas más tradicionales y sencillas que podemos tomar, es un antioxidante ideal para beber cada día. Gracias a su contenido en vitamina C, el limón nos protege de los radicales libres, a la vez que nos ayuda a producir colágeno y glóbulos rojos, así como a cuidar nuestros huesos y dientes. Recomendamos preparar la limonada con limones ecológicos, para poder triturar también su cáscara, donde se encuentran la mayor parte de los antioxidantes.
JUGO DE GRANADA
La granada es una fruta incluso más antioxidante que el té verde y el mosto, ya que es muy rica en flavonoides y antocianinas, así como vitaminas C y E. El zumo del fruto del granado es una bebida excepcional y deliciosa. No obstante, el mayor poder antioxidante está en su cáscara, igual que en caso del limón. Podemos dejarla secar al sol y triturarla hasta convertirla en un polvo fino. Así podremos añadirlo a todo tipo de zumos y batidos.
BEBIDA DE CACAO
El cacao puro, a diferencia del chocolate, es un alimento medicinal con muchos beneficios para la salud. Destaca, además, por ser el alimento más antioxidante del mundo, gracias a su contenido en flavonoides. Debemos evitar el chocolate y los alimentos con subproductos similares ricos en grasas y azúcares, y sustituirlos por cacao puro. Si nos resulta demasiado fuerte podemos endulzarlo con un poco de estevia o miel, y mezclar con alimentos saludables como avellanas molidas, aceite de coco o bebidas vegetales.
BATIDO VERDE
La última de nuestras bebidas más antioxidantes es el batido verde, ideal para desayunos nutritivos y saludables. Los batidos verdes incluyen vegetales como las espinacas, las hojas de remolacha, los berros o las acelgas, los cuales se combinan con frutas como el plátano, las fresas, la manzana, el kiwi o la pera. El resultado es delicioso. No podemos olvidar que los vegetales de color verde contienen altas cantidades de antioxidantes, como los beta-carotenos o la vitamina E. Agencias