Beneficios de la gelatina en tu dieta

La gelatina es un espesante natural que suele utilizarse en la culinaria para elaborar postres, dulces y una amplia variedad de recetas. Se trata de una sustancia incolora y semisólida que, por su composición nutricional, le brinda beneficios al organismo.

SALUD DIGESTIVA

La gelatina es un alimento hidrófilo. Esta propiedad hace que sea una buena aliada para la salud digestiva, puesto que retiene los jugos gástricos para promover la digestión de los alimentos.

Su asimilación en el organismo ayuda a mejorar el movimiento intestinal, ayudando a evitar afecciones crónicas como el estreñimiento. Además, por su aporte de glicina, es ideal para restaurar la mucosa del revestimiento estomacal, evitando úlceras y gastritis.

DESINTOXICAR EL HÍGADO

Aunque hay muchos alimentos saludables para estimular la limpieza del hígado, es bueno saber que la gelatina también es una gran opción para este proceso.

La glicina, uno de sus aminoácidos esenciales, ayuda a remover las toxinas que afectan sus tejidos, dificultando su buen funcionamiento. Esta sustancia esencial apoya la actividad de todos los órganos excretores del organismo, por lo que resulta necesaria para limpiar la sangre.

Su absorción frena los efectos nocivos de los radicales libres, ayudando a reparar el daño celular. No obstante no existen investigaciones científicas que respalden esta teoría. Se trata de una afirmación basada en el saber popular. Si sufres un problema de hígado consulta con el médico, en el caso de que quieras recurrir a algún producto natural para su tratamiento decántate por el cardo mariano.

REDUCE LA INFLAMACIÓN

Los aminoácidos esenciales contenidos en la gelatina pueden ayudar a equilibrar los procesos inflamatorios del cuerpo, disminuyendo la severidad de algunas dolencias y enfermedades crónicas. Así lo afirma un artículo publicado en la revista “Materials”.

La glicina, su aminoácido principal, es un antiinflamatorio que, entre otras cosas, ayuda a reducir la incidencia de procesos infecciosos. Esta sustancia, unida a sus antioxidantes, repara los tejidos dañados y ayuda evitar ataques bacterianos.

Cabe mencionar que, por su alto contenido de proteínas de alto valor biológico, es un alimento que minimiza las dolencias óseas y articulares, en especial cuando estas se originan por el desgaste de sus cartílagos y ligamentos. Así las cosas, al añadir este producto en la dieta también se reduce el riesgo de artritis y osteoartritis.

AUMENTA TU ENERGÍA

A pesar de ser un alimento bajo en calorías, la gelatina es un energético natural que puede ayudar a mejorar la productividad física y mental, en especial cuando aparece la fatiga o cansancio matinal.

Está compuesta en un 90% por proteínas de alta calidad, las cuales incrementan el nivel de energía, optimizando las funciones metabólicas del cuerpo. Su consumo puede recomendarse en caso de lesiones tendinosas, por la capacidad de la gelatina de incrementar la síntesis de colágeno, tal y como afirma un artículo publicado en la revista “The American Journal of Clinical Nutrition”.

Su asimilación contribuye a mejorar la formación de masa muscular y, además, mejora el rendimiento deportivo. Lo mejor es que las células las aprovechan con más facilidad, dado que sus aminoácidos no son de difícil absorción.

AYUDA CON EL SUEÑO

Las personas que están teniendo dificultades para conciliar el sueño de forma adecuada pueden tratar de solucionar este inconveniente consumiendo un poco de gelatina como parte de su alimentación.

Este ingrediente aporte aminoácidos que ayudan a mejorar la producción de melatonina, un tipo de hormona asociado con la buena calidad de sueño. También aporta minerales que ayudan a relajar los músculos, reduciendo la aparición de calambres nocturnos.

SISTEMA INMUNITARIO

La gelatina es uno de los recursos alimentarios que suelen utilizarse en los hospitales y centros de salud. Se utiliza para ayudar en la recuperación de los pacientes enfermos.

De hecho, durante años se ha recomendado su preparación como complemento nutricional para aliviar las afecciones más comunes. Esto se debe a su alto contenido de vitamina C, además de minerales como el calcio y el fósforo, los cuales mejoran las funciones inmunitarias del cuerpo.

Estos nutrientes esenciales, además de sus proteínas, participan en la formación de anticuerpos. Así, ayudan a luchar contra los agentes patógenos que causan enfermedades. Además. No nos aporta grasas ni colesterol, por lo que representa una forma ideal para tratar de prevenir la gripe, el resfriado y otras afecciones asociadas a las defensas bajas.