Salud digestiva. Mejora el movimiento peristáltico, aumenta el número de defecaciones y previene la obstrucción intestinal. Por otro lado, esta misma fuente destaca que su contenido de ácidos grasos insaturados, proteínas sin gluten, minerales y compuestos fenólicos que son beneficiosos para la prevención de enfermedades gastrointestinales, como el cáncer de colon.
Peso saludable. Hasta hace algunos años su consumo se promovía como una fórmula casi ‘mágica’ para la pérdida de peso. Sin embargo, los profesionales de nutrición han hecho varias aclaraciones en torno a este tema. La más importante es que no tiene ‘súperpropiedades’ para estimular el metabolismo o promover la quema de grasas. Su inclusión en la dieta regular es tan solo un complemento saludable para quienes buscan mantener un peso sano y estable.
Salud ósea. La chía tiene minerales esenciales que aportan beneficios a los huesos. Para ser más exactos, contiene calcio, fósforo y magnesio, que son claves para el fortalecimiento óseo, de los músculos y los nervios. Se cree que los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de cadena larga que contienen estas semillas también desempeñan un papel importante en la salud de los huesos.
Niveles de azúcar. Debido a su contenido de fibra dietética y ácidos grasos omega-3, las semillas de chía son un alimento saludable para las personas con prediabetes y diabetes. Estos nutrientes intervienen de forma positiva al reducir la resistencia a la insulina y estabilizar los niveles de glucosa en la sangre.
Salud cardiovascular. Los ácidos grasos poliinsaturados, las proteínas y los antioxidantes de las semillas de chía actúan en conjunto para proteger la salud cardiovascular. Una investigación compartida en la revista Foods determinó que la composición de ácidos grasos omega-3 y omega-6 de la chía ayuda a inhibir la acumulación de lípidos y mejora la oxidación de los ácidos grasos. Además, disminuye el estado inflamatorio y el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Sistema inmunitario. Al ser una fuente significativa de omega-3, la chía se destaca como aliada del sistema inmunitario. Así las cosas, su consumo le ayuda al organismo a deshacerse de los agentes patógenos y las células dañadas. Entre tanto, otro estudio compartido en la revista Foods sugiere que los hidrolizados de proteína de chía (CPH) tienen potencial para fortalecer las funciones inmunitarias y prevenir enfermedades asociadas a la inflamación y la oxidación.
Salud cognitiva. En sí, desempeña un papel relevante en la actividad del sistema nervioso, el desarrollo cognitivo, el aprendizaje relacionado con la memoria y el desarrollo de las sinapsis cerebrales. Los investigadores sugieren que la ingesta dietética de Salvia hispanica L tiene un impacto positivo en las capacidades de la memoria.
Potencial antitumoral. Los beneficios antitumorales de la chía se atribuyen a su abundante contenido de kaempferol, quercetina, fibra dietética y grasas saludables. No es una cura para el cáncer ni tampoco un alimento milagroso para su prevención. Aun así, su inclusión en la alimentación ofrece protección frente a los efectos negativos de los radicales libres.
Salud articular. Una de las estrategias nutricionales que benefician a los pacientes con enfermedades de las articulaciones es la inclusión de chía en la alimentación diaria. La composición nutricional de la chía brinda interesantes beneficios en la prevención del envejecimiento prematuro de la piel.