«Todos quieren empezar de nuevo». Con este mensaje, cuyo significado puede tener mil lecturas, Karim Benzema presumía de una de las últimas adquisiciones para su espectacular garaje de superdeportivos: un Bugatti Chiron.
El delantero del Real Madrid es un apasionado de los bólidos de alta gama. Ya cuenta con otro Bugatti, un Veyron, además de varios Lamborghini (un Urus y un Aventador), un Mercedes SLR McLaren o un Ferrari 488 Spider, además de los Audi que le presta cada año la marca en virtud del acuerdo que tiene de patrocinio con el club blanco.
Benzema es uno de los únicos 500 propietarios del Chiron. Este modelo, nacido en 2016, ultraexclusivo cuenta con pintura bicolor sobre una carrocería de fibra de carbono (255.000 euros sólo en la ‘cubierta’), tapicería de cuero cosida a mano sobre un acabado también en este material, llantas de aluminio forjado (a 25.000 euros cada una). Para hacerse a una idea de su exclusividad, sólo los cinturones están valorados en 7.000 euros. En total, el atacante del Real Madrid se ha gastado unos 2,5 millones de euros.
Si el exterior ya cuenta con unas cifras mareantes, su motor es una auténtica joya de la ingeniería: 16 cilindros, 8.0 litros sobrealimentado y 1.500 CV de potencia, para una velocidad máxima de 420 km/h en condiciones ‘normales’ y una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos.
Otra unidad de este mismo modelo, aunque aún más preparado, batió el récord de velocidad de un coche de calle al alcanzar los 490,484 km/h en la pista de pruebas de Ehra-Lessien, Alemania, en 2019.