El Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) informó este lunes que en el caso del feminicidio de Betsabé Mara (24), la autopsia médico legal determinó que la causa de muerte fue el disparo de un proyectil de arma de fuego que impactó en la cabeza de la víctima y que la trayectoria condiciona la participación de una segunda persona. Además confirmó que los restos óseos encontrados corresponden a la víctima, de acuerdo con estudio de genética forense.
“Se realizó la autopsia médico legal en los restos óseos concluyendo la causa de muerte a un traumatismo cráneo encefálico penetrante por proyectil de arma de fuego. A la vez revela una trayectoria interna de este proyectil que va de arriba hacia abajo, derecha a izquierda y de atrás hacia adelante, que condiciona la participación de una segunda persona”, explicó el director nacional del IDIF, Andrés Flores.
Asimismo, el reporte pericial en genética forense concluyó que los restos óseos encontrados pertenecen a Betsabé a partir de una muestra realizada entre la madre y el padre de la víctima y los restos de ésta. También el laboratorio de criminalística elaboró los estudios de quimioluminiscencia en el vehículo de la mujer, en el que se encontró restos de sangre en el asiento trasero.
“Todos estos aportes científicos se han hecho a la brevedad posible bajo el principio de celeridad y en apego a los requerimientos de la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Vida”, sostuvo el Director del IDIF.
En este caso, la Fiscalía de Cochabamba demostró con 66 pruebas que Adán Boris Mina Alanes fue el autor del delito de feminicidio de su pareja. En audiencia de procedimiento abreviado la autoridad jurisdiccional dictó la pena máxima de 30 años de prisión en el penal de El Abra.
De acuerdo con los antecedentes, el crimen se registró el 11 de agosto en una vivienda del municipio de Quillacollo, cuando el policía Mina llamó por teléfono a Betsabé, quien se encontraba en su domicilio, luego ella salió de su casa a las 16:00, para encontrarse con él y desde ese momento no se supo más de su paradero.
La declaración del agresor da cuenta de que ambos llegaron a su casa, donde discutieron y ella falleció por un disparo en la cabeza. Él llevó el cuerpo a la zona de la Maica Chica, en el municipio de Cochabamba, donde le roció gasolina y luego prendió fuego, después se escondió involucrando a su hermano y a su cuñada, quienes intentaron encubrir el hecho. Agencias