Un par de líos en los que estuvieron envueltos los jugadores de Bolívar, les privó en diez días de sumar dos triunfos que en el momento los habrían catapultado al primer lugar de la tabla de colocaciones del torneo Clausura.
Cuando los celestes tenían todo para sumar de a tres, optaron -algunos jugadores- por la discusión con los rivales y terminaron igualando ante Wilstermann, en Cochabamba, y el miércoles en la noche con The Strongest, en La Paz.
Frente a los aviadores, ganaban con comodidad con un penal anotado por Diego Bejarano, pero cuando ingresó Serginho, varios jugadores y el propio cuerpo técnico perdieron la calma, respondieron a las provocaciones del brasileño, y en el cuarto minuto de adición se produjo el empate de los rojos con otra pena máxima y la Academia resignó dos unidades.
Hace dos días, Bolívar dio vuelta el clásico de una forma heroica. En el minuto 97 del encuentro, Patricio Rodríguez puso el cuarto tanto de la noche, pero a los atigrados les disgustó el festejo que hizo éste con Carlos Melgar (durmiéndose) y Bolívar estuvo envuelto otra vez en incidentes que terminaron con la expulsión de Villamil, el golero Javier Rojas y luego Francisco Da Costa. Ayer, se vieron fotos de Villamil con un rasguño debajo de la boca. “Fui agredido y salí expulsado”, escribió el tarijeño en su cuenta. Tras el forcejeo de celestes y atigrados, y como pasó en Cochabamba, The Strongest encontró un penal en la última jugada del encuentro y empató el clásico 293.
Los incidentes en los que estuvieron involucrados los jugadores celestes no pasaron inadvertidos para el presidente Marcelo Claure, quien expresó su contrariedad en su cuenta de Twitter: “La indisciplina me molesta”. En cambio, el técnico Zago se quejó del tiempo de adición que ordenó el juez Gaad Flores (ante The Strongest); es más, puso un manto de dudas a esa situación al citar que “son cosas extrañas que pasan acá”. Agencias