Bolívar arrolló en su estreno en la fase de grupos de la Copa Libertadores. El equipo celeste, que se vistió de negro en el estadio El Teniente de Rancagua, goleó a Palestino (0-4) de Chile exhibiendo su jerarquía, mostrando eficacia y sobre todo buen juego. Para destacar el trabajo de Xico da Costa y Bruno Savio, una dupla brasileña que se afianza bien.
Bolívar hizo suyo esa primera parte desbordando de manera frecuente por izquierda por donde corrió Bruno Savio, además, de sentar presencia en el área rival con Xico da Costa. A ambos lo respaldó bien ‘Menona’ Saucedo que fue a quien Iván Román lo derribó cometiéndole la falta que provocó el penal para el primer gol de Da Costa (27’). Ese 0-1 dio más confianza.
Poco antes, Ramiro Vaca que logró controlar el juego desde el medio, había ensayado y exigido al arquero Rigamonti, a quien se notó desesperado en diferentes pasajes del partido por la fragilidad que había en la última línea. Es que Bolívar lo asfixió, siendo punzante con Bruno Savio por izquierda, apoyado bien por Yomar Rocha por el otro lado.
Pero no todo quedó, porque a los 35’ Xico da Costa puso el 0-2 con un perfecto cabezazo -gesto técnico espectacular-, cambiándole la trayectoria de la pelota a un tiro libre de Ramiro Vaca. Palestino lucía desconcertado, no logró cortarle las conexiones a un Bolívar que se paseaba en El Teniente de Rancagua. Encima a los 45’, Román se fue expulsado en el local.
En el complemento de entrada Bolívar avisó con un potente remate de Carmelo Algarañaz que el portero logró desviar con su pierna izquierda. Esa jugada fue el aviso de lo que venía porque poco después, a los 61’ Dilán Zúñiga le cometió penal a Ramiro Vaca y Bruno Savio (62’) puso el 0-3 marcando tras un rebote que dio el arquero.
Hasta ahí el partido ya estaba definido, pero Bolívar quería más. Robatto ordenó poco después el ingreso de Henry Vaca, que fue de menos a más, generando incluso el 0-4 final que marcó Ramiro (83’) tras un pase a Savio que luego habilitó al 11 de la academia que solo empujó. La victoria no tuvo discusión y Bolívar se fue de Chile con la sonrisa dibujada. Agencias