La falta de dólares que tiene incidencia en la importación de combustibles, el aumento de la inflación -que en lo que va de año alcanzó el 3,24%- y una balanza comercial negativa en $us 845 millones en la gestión 2024 son datos del Gobierno central que encienden las alertas y no pasan inadvertidos por políticos y analistas.
El ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, reflejó que existe un problema para acceder a divisas para importar combustibles y cubrir la demanda interna, por lo que anunció un plan de otorgar el carburante a precio internacional para sectores productivos. Esto fue apuntalado por el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, quien refirió que no pueden cubrir la demanda de los sectores productivos.
Además, Dorgathen manifestó que hay al menos 500 cisternas paradas en Arica (Chile) y que no pueden ingresar el combustible a Bolivia debido a la falta de pago a los proveedores. Ambas autoridades apuntaron a la Asamblea Legislativa por la falta de aprobación de créditos, advirtiendo que esto afecta al flujo de divisas.
Balanza comercial negativa
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), Bolivia cerró el año 2024 con una balanza comercial negativa que alcanza los $us 845,3 millones, registrando una caída en las exportaciones y también en las importaciones.
Desde el punto de vista del economista Gonzalo Chávez, señaló que los dólares no solo vienen de los créditos trabados en la Asamblea, sino que hay otras fuentes como las remesas y las exportaciones, las cuales están cayendo significativamente y no han sido repuestas
Mayor inflación
Asimismo, el INE reportó el lunes que la inflación acumulada en Bolivia llegó al 3,24% en los dos primeros meses del año (enero y febrero de 2025), cifra que está lejos del 0,28% que se registraba en el mismo periodo de 2024. Y la meta gubernamental de inflación para la presente gestión, de acuerdo al Presupuesto General del Estado 2025, es del 7,5%.
Espinoza señaló que hay cuatro factores clave detrás de este aspecto de inflación de alimentos: la falta de dólares y crisis en la producción interna, el incremento del contrabando y distorsiones en el mercado, una política monetaria expansiva y financiamiento del Gobierno y también la intervención del Estado en mercados estratégicos. Agencias