Bolivia comunicó ayer que espera un fallo “equilibrado” de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, en el litigio iniciado por Chile por las aguas del Silala. Ayer concluyó la fase de alegatos orales y el veredicto saldrá en los próximos meses.
Roberto Calzadilla, embajador nacional en Países Bajos y agente en esa controversia, aseguró que la soberanía jamás estuvo en disputa y destacó cuatro premisas que se defendieron durante el proceso.
“En el juicio han quedado aclarados algunos puntos centrales en esta fase de los alegatos, primero, que la mayoría de las aguas del Silala provienen de aguas subterráneas; segundo, que se construyeron canalizaciones para incrementar y mejorar el flujo de las aguas; tercero, que hubo muchas propuestas de negociación y compensación que no llegaron a materializarse; y cuarto, se estableció claramente que nos preocupa de sobremanera el daño causado a los bofedales”, sostuvo el representante.
Destacó que los juristas y especialistas que formaron parte del equipo nacional expusieron de manera clara, concreta y respaldada la posición boliviana, sustentada en el “pleno derecho sobre las aguas del Silala, también sobre el flujo mejorado producto de la canalización, que incrementa significativamente el flujo natural”.
Asimismo, el embajador enfatizó que “queda claramente establecido que nuestra soberanía jamás ha estado en disputa.