La ONU ha reconocido en 2020 las propiedades terapéuticas de esta planta y su resina al retirarlas de la lista IV de la Convención sobre drogas de 1961, un espacio reservado para las sustancias más perjudiciales y sin potencial médico reconocido.
En Bolivia el uso medicinal del cannabis es particular y hasta incipiente, a pesar de que existe una demanda importante. Según el informe de Acción Andina Boliviana, pese a la existencia de este dictamen de la OMS, y al hecho de que el uso medicinal y terapéutico del cannabis está aprobado en otras latitudes, los pacientes en Bolivia (que en una significativa proporción son niños y niñas), alivian sus padecimientos a través de productos de cannabis, se encuentran aún en una suerte de “zona gris” que los pone en riesgo de persecución penal.
Sobre el aspecto jurídico, la Ley 913 de Sustancias Controladas abre la oportunidad de utilizar la marihuana con fines medicinales, aunque aún falta su reglamentación.
Para el pediatra boliviano Carlos Paz hoy se sabe de la existencia de al menos 60 a 80 cannabinoides y, entre ellos, el cannabidiol es el más utilizado y estudiado. “Es importante separar cuál es el derivado cannabinoide extraído del Cannabis, como cannabidiol, éste no tiene efectos sicoactivo o eufórico y se estudia ampliamente con fines medicinales, pero la planta in natura, la marihuana, es una droga ilícita que se utiliza para alucinógenos por sus efectos psicoactivos y eufórico”, dice.
Paz agrega que el Consejo Federal de Medicina (CFM) reguló el uso de cannabidiol en Brasil a través de su resolución No. 2.113 / 14, para el tratamiento de niños y adolescentes con epilepsias refractarias a los tratamientos convencionales. “Esta regla prohíbe la prescripción de cannabis in natura para uso medicinal, así como cualquier otro derivado. El grado de pureza de la sustancia y su presentación debe seguir estrictamente las determinaciones de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa)”, sostiene el especialista.
De acuerdo a mayoclinic.org dependiendo del estado, puedes calificar para el tratamiento con marihuana medicinal si cumples con ciertos requisitos y tienes una condición de elegibilidad, como: enfermedad de Alzheimer, esclerosis lateral amiotrófica (ELA), VIH/SIDA, cáncer, enfermedad de Crohn, epilepsia y convulsiones, glaucoma, esclerosis múltiple y espasmos musculares, dolor severo y crónico, náuseas severas y agrega: “Es posible que los médicos consideren la marihuana medicinal si otros tratamientos no funcionan”.
Por su parte la coordinadora de Acción Andina Boliviana y especialista en política de drogas, Gloria Rose Achá, argumenta: “Sabemos por la experiencia de estos casos son las mismas enfermedades principalmente epilepsia, parálisis cerebral, también para el alivio del dolor se utiliza en muchos pacientes, incluyendo pacientes con cáncer que utilizan los efectos de la quimioterapia. Hay bastantes casos clínicos en el mundo sobre el uso medicinal de cannabis. También se utiliza para problemas de depresión, angustia o ciertos tipos de problemas mentales. Se ha visto la utilización en caso de soriasis como causa emocional de estrés, con todo tipo de pacientes en el país y muchos niños y niñas. El uso de extracto de marihuana medicinal no tiene efectos adversos, esto facilita que se pueda dar a los niños sin complicaciones, por eso en Bolivia como es clandestino, los papás pueden utilizarlo a ensayo y error y ajustar las dosis”, dice.
En Bolivia no hay médicos especialistas de cannabis medicinal, así como tampoco hay regulación, por lo tanto, no pueden recetar, tampoco qué recetar. “Para llegar a la legalización hay todavía un camino por recorrer. Si bien Bolivia está suscrita a tres convenciones internacionales que rigen el modelo de fiscalización de drogas en el mundo (1961, 1971, 1988) permiten el uso medicinal de las sustancias controladas. El proceso de regulación es incipiente en Bolivia, se está iniciando y se espera dar el primer paso con una paciente el próximo lunes 15 del corriente.