Bolivia se convierte en santuario del ‘Narcosur’, el cartel de droga del PCC

Un reportaje del periodista Marcelo Godoy, publicado por el diario O Estado de San Paulo, de Brasil, señala que Bolivia se ha convertido en una especie de santuario del ‘Narcosur’, el cartel de droga del Primer Comando de la Capital (PCC), de Brasil.
Indica que la dificultad de actuación de la Policía Federal (PF) en el país vecino y la localización geográfica central en América del Sur transformaron a Bolivia en el santuario del Narcosur, como los investigadores llaman al cartel que reúne representantes de la cúpula del Primer Comando de la Capital (PCC) y asociados en el tráfico internacional de drogas.
Ellos invierten en joyas, clínicas médicas, restaurantes, haciendas y pasean, junto a sus familias, con tranquilidad en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, señala el reportaje publicado por este medio brasileño.
Fotografías y mensajes inéditos obtenidos de los teléfonos celulares del narcotraficante Anderson Lacerda Pereira, alias el Gordo, e informaciones de inteligencia de la Policía Federal y de la Policía Civil de San Pablo muestran la ostentación y lo cotidiano de los líderes del cartel.
Dueño de una red de clínicas médicas en San Pablo, el Gordo estaría invirtiendo en el mismo rubro en Bolivia.
“El Narcosur, el cartel del PCC, es la organización criminal que más crece hoy en el mundo”, afirma el procurador de justicia Marcio Sergio Christino, responsable en 2002 por la primera denuncia contra el alto mando de la facción, cuando Marco Willians Herbas Camacho, alias Marcola, comenzaba a ascender como líder del grupo.
Según el reportaje, la droga peruana y colombiana se juntan a la cocaína boliviana.
Señala que los narcos brasileños se transportan en avionetas y helicópteros para descansar en las playas del nordeste brasileño, donde cierran negocios con los ‘ndrine’, las familias que integran la ‘Ndrangheta’, la mafia de Calabria. La más poderosa de las organizaciones criminales de Italia se queda con el 40% de toda la droga que el PCC negocia en Europa. Ese es el «impuesto» para que la carga de cocaína de América del Sur pueda circular por el continente. El kilo de droga adquirido en Santa Cruz de la Sierra por 1 mil dólares, en Europa llega a costar hasta 35 mil dólares.