Un pequeño de cinco años quedó con el cuerpo lleno de lesiones tras haber sido flagelado por su padre quien se encontraba en estado de ebriedad en el momento de propinar el brutal castigo a su hijo. El motivo de la cruel agresión fue que el niño salió a jugar con su amigo.
El caso se registró el pasado lunes por la tarde, el agresor de 37 años, identificado como Moisés G., se encontraba compartiendo bebidas alcohólicas en su domicilio con sus amigos. Cuando el reloj marcaba las 20.00 aproximadamente, su hijo en su inocencia y al ver a su padre ebrio, salió a jugar con su vecino a la calle.
Luego de varios minutos, el progenitor llamó a su hijo y al ver que este no le contestaba, se levantó de su silla y empezó a buscarlo. Luego de buscar por toda la casa, el hombre sorprendió a su pequeño jugando en la calle, situación que causó su enfado.
A gritos el hombre metió a su hijo en la casa, posteriormente tomó un cable de electricidad y sin tener compasión alguna castigó a su hijo. Los amigos del agresor al ver la brutal agresión, intentaron detener al iracundo padre quien enceguecido por la borrachera continuaba azotando a su pequeño.
El caso salió a la luz cuando la progenitora del pequeño llegó a su casa del trabajo y encontró a su hijo todo golpeado y malherido. La mujer inmediatamente se dirigió a oficinas de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA) a denunciar el hecho, cuyos funcionarios realizaron los actuados correspondientes para precautelar la integridad del menor y denunciar al agresor.
Dentro de las pericias psicológicas que realizaron los funcionarios al menor, se conoció que no sería la primera vez que su padre lo golpea, más al contrario las agresiones eran constantes y en los momentos que su madre no se encontraba en casa. Agencia