En 2003, el boliviano Joaquín Botero pasó de Bolívar al mexicano Pumas con el cartel de máximo goleador del mundo. Según directivos de ese entonces, su traspaso dejó a la Academia aproximadamente 1.000.196 dólares. Después de 19 años, el exjugador reclama 120 mil dólares. Para el reglamento FIFA su solicitud caducó.
“A mi hermano le corresponde por ley el 10% de ese pase. Antes no hicimos el reclamo porque él (Botero) jugaba sin contrato en la época de Mauro Cuéllar (+). Estamos esperando que Marcelo Claure se pronuncie. Accedemos a algo por lo menos de los 120 mil dólares”, argumentó.
El artículo 25 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA, su solicitud prescribió. “El juez único o el juez de la CRD (según el caso) no tratarán ningún caso sujeto al presente reglamento si han transcurrido más de dos años desde los hechos que dieron origen a la disputa”, dice el inciso cinco. Agencias