Ganó pero le faltó alegría. Brasil cumplió con lo justo y con el 1-0 a Venezuela para ser el único líder de las Eliminatorias Sudamericanas. Pero la sensación en el Morumbí no fue la misma que la de un mes atrás, de ese equipo con infinidad de variantes y que goleó en sus dos presentaciones.
En el primer tiempo hubo dos goles anulados. El tiempo pasaba y el 0-0 no se modificaba, y cuando Brasil se empezaba a preocupar en serio cayó el gol. Roberto Firmino capturó una pelota que quedó en el área chica que un defensor venezolano cabeceó para el medio. Y no perdonó. El 9 del Liverpool hizo el 1-0 que desató el desahogo local. Sí, así se vivió ante un rival que la Copa América pasada le había sacado un 0-0 en la fase de grupos. Venezuela jugó a aguantar y, sin plan B, volvió a perder, sigue sin puntos en el fondo y ni siquiera gritó un gol en tres fechas.
Brasil igual se fue con la tranquilidad del deber cumplido.