Un partido que debía servir como preparación para el torneo Clausura 2025 de la Liga de Ascenso de Honduras, terminó en una polémica que ha dado la vuelta al mundo. Durante el amistoso entre Atlético Sanjuaneño y Juventus de Roatán, el árbitro Pedro Rivera y el jugador Santos Flores protagonizaron una violenta pelea en pleno campo de juego, dejando atónitos a los presentes al encuentro.
La disputa comenzó luego de que Rivera expulsara a Flores tras una acalorada discusión. Sin embargo, lo que parecía una protesta más en un partido de fútbol, escaló rápidamente cuando el jugador, visiblemente alterado, propinó un cabezazo al árbitro, dejándolo momentáneamente aturdido por el golpe. Lo que siguió fue una escena insólita: ambos se enfrascaron en una pelea a golpes durante varios segundos hasta que fueron separados por los jugadores y asistentes.
Las imágenes del altercado se viralizaron rápidamente en redes sociales, generando un debate sobre la violencia en el fútbol. Posteriormente, el árbitro Pedro Rivera dio su versión de los hechos a un medio local de comunicación, donde lamentó lo sucedido y explicó que la agresión del jugador lo tomó por sorpresa.
«Nunca imaginé que un futbolista reaccionara de esa manera. Me dio un cabezazo en medio de los ojos y me noqueó. Cuando intenté reaccionar, él seguía golpeándome», relató Rivera, quien aseguró que su reacción fue en defensa propia.
El árbitro también expresó su frustración al notar que ningún integrante del equipo de Atlético Sanjuaneño intervino para detener la pelea. «Me sentí solo, tenía que defenderme. Pido disculpas por mi reacción a todos los fanáticos del futbol, pero esto es inaceptable en el fútbol», añadió.
El incidente ha generado un fuerte rechazo en el ambiente futbolístico y se espera que las autoridades tomen cartas en el asunto. Tanto el jugador como el árbitro podrían enfrentar sanciones disciplinarias que marcarán un precedente en la Liga de Ascenso. Agencias