Boris Ernesto mercado se sometió a un procedimiento abreviado y fue sentenciado a 30 años de cárcel sin derecho a indulto, por el delito de feminicidio contra su pareja a inicios de este 2022 en un alojamiento del Municipio de Montero.
Hizo su última parada en el barrio El Mague del municipio de Cotoca pero tenía planificado mudarse para vivir en San Julián y sus planes no salieron como debían. La Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia detuvo ayer a Boris Ernesto Mercado Valdéz acusado de matar de 15 puñaladas a su pareja Roseli Pairillo Yachimba el pasado 18 de enero de 2022.
El informe oficial indicó que tras cometer el feminicidio, escapó a San Borja Beni donde permaneció escondido expectante que si la Policía lo estaba buscando y hace más de una semana decidió retornar a Santa Cruz cuando se percató que no se mencionó más del crimen. Durante este tiempo trabajo de jornalero para conseguir dinero y alimentarse. En Cotoca se ganó la confianza de los dueños de una humilde vivienda y pidió que le alquilaran una habitación solo por cinco días hasta que pueda marcharse a San Julián. Las personas jamás sospecharon que se tratase del feminicida de una mujer y le abrieron sus puertas.
En su entrevista preliminar, Boris Ernesto dijo ser al autor del feminicidio de Roseli y justificó su violento accionar sindicando que la mujer le sustrajo una cierta cantidad de dinero de su billetera. La mujer, oriunda de Chuquisaca, fue hallada asesinada en la habitación número 25 del alojamiento Imperial, en Montero, cubierta con una sábana. El olor nauseabundo atrajo a los propietarios del hostal a sospechar que estaba muerta y llamaron a la Felcv.
Las cámaras de seguridad registraron el momento cuando la pareja ingresó al alojamiento el domingo 16 de enero, donde en el interior de la habitación consumieron bebidas y no se supo más de ellos. En esa oportunidad, Inocencio Nina Cazón, dueño del alojamiento indicó que la mujer quedó registrada en el libro de clientes y que Boris aseguró haber olvidado su carnet y se les asigno a ambos una habitación. Agencias