Fotos y vídeos con niños siendo víctimas de abuso sexual se subieron a una red de pedófilos. La Policía de España analizó el material audiovisual y comenzó a sospechar que estos delitos se cometieron en ese país.
Las pistas que condujeron a los agentes a esa premisa fueron el acento de la conversación que es propio de esa nación europea y un automóvil de juguete con características de la Policía española, por lo que iniciaron las investigaciones.
En ese marco, aislaron imágenes fragmentadas para obtener la identidad del sospechoso, quien fue detenido 100 horas. El principal acusado es Lucio, de 41 años, quien es boliviano, aunque ya está nacionalizado como español. El sujeto llevaba una década cometiendo este delito, según la investigación.
Este caso comenzó a ser investigado este año. “Déjame al niño que lo pasará muy bien conmigo”. “Tranquilo, compadre, que yo lo recojo del colegio”. Son parte de las conversaciones que ahora son indagadas por la Policía.
Según la investigación, el sindicado se ganaba la confianza de las personas, algunos acababan de llegar a España. Lucio lo conocían como el “padrino”.
Agentes de la Policía Nacional lo detuvieron el pasado 11 de enero en Sitges (Barcelona) como presunto autor de agresiones sexuales perpetradas contra al menos a seis niños, de entre tres y diez años.
Algunas víctimas sufrieron violaciones de forma continua, otras enfrentaron tocamientos y un tercer grupo fue grabado desnudo. Los niños de entre cuatro y ocho años fueron sus principales víctimas, detalla el diario ABC, que accedió a la investigación de este caso.
Para la captura de Lucio, la fuerza pública ejecutó la operación Lucero, por el nombre del acusado. El Grupo I de Protección al Menor de la Policía Nacional logró en algo más de cuatro días atraparlo en Barcelona.
Después de analizar imágenes, la Policía redujo a 10 sospechosos de este crimen. Las imágenes seguían siendo analizadas. Los efectivos policiales descubrieron que el sospechoso tenía una microcicatriz en forma de V en un nudillo de la mano; vieron un fragmento de su pelo, de un ojo y una ceja. Las cejas estaban muy pegadas al párpado, eran peculiares, distintivas.
El acusado trabajaba como mensajero y repartidor. Durante el registro de la vivienda, los policías hallaron abundantes rastros del acceso del individuo a la ‘dark web’, incluidos enlaces a foros secretos y mucha pornografía infantil poco conocida y descargada de esos lugares, informó la Policía a ABC.
Además, en esta investigación le intervinieron cuatro discos duros, tres tarjetas de memoria, un teléfono móvil y una cámara de acción; el juez lo envió a prisión sin fianza.
La ventana que aparecía en los videos, vía Google maps, se logró situar en el edificio buscado, un piso de Sant Pere de Ribes (Barcelona) donde Lucio había vivido bastantes años. “Ya teníamos el convencimiento de que era él, pero había que centrarlo del todo”, explicaron a ABC fuentes de la investigación.
Hay seis víctimas identificadas en las grabaciones: dos, de tres y siete años a las que violó; otra de la misma edad sometida a tocamientos, y dos más de ocho y diez años, a las que fotografió desnudas. Se ha identificado a otro chico violado, pero no se ha encontrado la grabación. Agencias