Cae “La Diabla”, transexual que traficaba con mujeres

Hace unas semanas la Policía Nacional incluyó en la lista de los fugitivos más buscados de Europa a Leudis Isaac Corro Camacho, una mujer transexual apodada “La Diabla” acusada de explotación sexual de mujeres y pertenencia a organización criminal en España, y desde entonces han proliferado las pistas sobre su paradero.

La campaña anual de Europol lanzó de nuevo su fotografía y la distribuyó por las redes del continente europeo. Y ha sido la colaboración ciudadana, en este caso de un “presunto cliente”, según revelan fuentes policiales, quien puso a los agentes españoles tras una buena pista: un conocido jugador de hockey lituano llamado Robert Licitis.

Un número de teléfono fue la clave que siguió la policía lituana, después de ser alertada por sus homólogos españoles de que “La Diabla”, de origen venezolano y apodada así por el personaje de la serie colombiana Sin tetas no hay paraíso, podía encontrarse en el país. “Sabíamos que podía estar en Lituania, o en Alemania”, señalan los investigadores. Sus relaciones sentimentales, con un expolicía alemán y con el jugador lituano, fueron las primeras pistas.

“El expolicía alemán, con quién se fugó de España a finales de 2020, fue detenido por la policía alemana al día siguiente de aparecer su foto entre los fugitivos más buscados”, explican fuentes de la investigación. “Ambos estaban acusados de los mismos delitos”, señalan. La Diabla es investigada por captar mujeres y personas transexuales en su país de origen, Venezuela, donde sufrían una tremenda vulnerabilidad económica. Les prometía un trabajo en España y luego las obligaba a hacerse operaciones de aumento de pechos y liposucciones para, posteriormente, viajar hacia Barcelona, Madrid y Alemania, donde eran encerradas en departamentos y explotadas sexualmente para pagar una presunta deuda de 12.000 euros por los gastos ocasionados. Las víctimas llegaron a denunciar agresiones físicas, e incluso aseguraron haber sido vendidas a otros clubes o proxenetas, mediante transacciones que realizaba “La Diabla”.