El hecho se registró al promediar el medio día en la avenida 21 de enero de La zona de Sumumpaya Sud, cuando la víctima al igual que el resto de pasajeros se transportaba en un micro de transporte público, cuando tres personas fueron abordando el motorizado y la eligieron como su siguiente objetivo.
Según informó el Comandante regional del valle bajo, Cnl. Gilmar Quilla Assaf, la aprehendida interceptó a la joven que se dirigía a su universidad en el micro con ayuda de dos cómplices, el primero subió junto con ella al motorizado.
En el relato de la joven, el segundo cómplice subió una cuadra después de donde abordó al motorizado, los cómplices se sentaron alrededor de la joven, luego de unas cuadras aborda la sospechosa principal.
“Ella iba a su facultad, toma el micro, se sube al micro, después de eso sube otro tipo, se sienta a su lado y tratan de distraerla, a la otra cuadra se sube una mujer de negro y empieza así a sentarse a su lado, le bota monedas a la espalda, a eso le pide que le ayude a levantar sus monedas”, señala.
La mujer alegó que su monedero estaba abierto y le pidió ayuda, pero la joven se dio cuenta que se trataba de un modo de robar ya conocido.
“Ha eso la muchacha se dio cuenta que querían robarle algo, pero logran sacarle el celular”, agregó la autoridad.
Cuando la mujer le hecho las monedas la joven intento no moverse, pero los cómplices de la mujer fingieron ayudarla a buscar las monedas se movían y la empujaban con su cuerpo, le mostraban las monedas en su espalda para distraerla, de pronto noto que la mujer metió la mano a su mochila y en cuestión de segundos el robo se perpetra.
“Una vez que le sustraen el celular, la mujer se baja del vehículo y por atrás se baja la muchacha porque se da cuenta que le han abierto la mochila, entonces sale a una de las calles y le dice devuélvame el celular y la otra le dice no”, explica Quilla.
“La Sarita” fue perseguida por la víctima que corrió tras ella al encontrar su mochila abierta, luego de que se negara a devolverle el celular robado, la joven comienza a gritar “ratera”, “ratera”, y así los vecinos de la zona se vieron alertados por los pedidos de auxilio de la estudiante.
El Comandante regional, señaló que los vecinos retuvieron a la mujer y esta se contacta con sus cómplices quienes hacen que un heladero lleve el celular para devolverlo a la víctima.
Tras dar parte a la policía los efectivos trasladaron a la sospechosa a celdas policiales, cuando esta estaba a punto de ser atada a un poste.
La mujer fue puesta a conocimiento del ministerio público.