Cercado
El pasado 1ro de abril una niña de 13 años y su familia escaparon de una red de Trata y Tráfico de la ciudad de El Alto hasta el departamento de Cochabamba. La menor había sido presa de esta red durante un año, era obligada a tener relaciones sexuales con hombres mayores, producto de ello, tenía un embarazo de 5 meses. El 25 de abril se procedió a la interrupción legal de la gestación. Sin embargo, el calvario no terminaría allí.
El pasado viernes 17 de junio, en la ciudad de El Alto, se realizó un operativo policial donde se allanó 5 cinco distintos inmuebles de manera simultánea. En el mismo, se logró dar con la aprehensión de cinco personas sospechosas que eran administradores de cuatro alojamientos. La menor logró reconocer a tres de sus agresores. Entre ellos un oficial de la Policía Boliviana.
Tras un desfile identificativo de los aprehendidos, la niña logró reconocer tres de sus agresores, quienes fungían como administradores de los alojamientos.
“Uno de los acusados tiene 38 años aproximadamente, quien es pareja de la segunda aprehendida, una mujer de 20 años de edad, el tercero debe tener entre 27 a 30 años, y él es funcionario policial, es policía”, informó Hugo René Iriarte, director nacional de Derechos Humanos.
Este domingo se llevó a cabo la audiencia de medidas cautelares en contra de estos tres acusados donde la juez determinó detención preventiva para los dos hombres, en el penal de San Pedro por el lapso de dos meses, y para la mujer detención domiciliaria, porque ella contaba con un hijo lactante.
“El Policía y el otro hombre fueron enviados a la cárcel, y la señora con detención domiciliaria (…) Ellos eran los administradores del alojamiento, y cuando venían los principales captores de la niña, la ingresaban a estos alojamientos; siendo administradores sabían pues a qué ingresaba la niña, porque incluso les daban preservativos, y obviamente no registraban en sus libros (de control)”, explicó Iriarte.
INICIO DEL CALVARIO
La menor, víctima de la red de trata y tráfico, solía ayudarle en la venta comercial a su madre. Cuando una de pronto una mujer, ofreció a la niña prestar servicios sexuales a cambio de dinero, la menor inmediatamente se negó a ello, sin embargo, la mujer habría llevado a la niña por la fuerza hasta un alojamiento donde habría sido violada por un sujeto mayor. Ahí inició el calvario de la menor.
En esa oportunidad la menor regresó a su casa. Tiempo después, la mujer que la captó por primera vez, lo haría una vez más, pero esta vez logró retenerla durante un año como un objeto sexual.
ESCAPÓ Y NO FUE ESCUCHADA
Después de un año de encierro, la niña logró escapar de sus raptores, y junto a su familia; papá, mamá y cuatro hermanos, escaparon hasta Cochabamba. Escapó toda la familia porque eran amenazados por la red de trata y tráfico. La familia llegó el 1 de abril a Cercado en busca de atención, pero tras no recibir respuestas por más de un mes en la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del Gobierno Municipal de Cochabamba, recién en mayo tomaron conocimiento el director nacional de Derechos Humanos y la Defensoría del Pueblo, quienes finalmente la escucharon.
Por su parte, la senadora Lucy Escobar, como parte de la Comisión de Derechos Humanos, hizo seguimiento el caso desde que se dio a conocer, prestó ayuda a toda la familia que ahora radica en Cercado, acompañó en los operativos de los alojamientos, y pidió cárcel para los acusados. Agencias