Durante el primer mes de la cuarentena, los niveles de contaminación del aire disminuyeron notablemente, sobre todo en la zona sur. Sin embargo estas últimas semanas se vio un efecto contrario.
La humareda que se observa hasta casi el medio día se debe a dos razones: la primera, por los hornos ladrilleros que aprovechan la cuarentena y el escaso control para funcionar día y noche.
La segunda por el descenso de la temperatura provocando que la contaminación no se disperse.
En el lugar se registran niveles de 82 microgramos por metro cúbico de hollín.