Cameron Díaz quiere olvidar su pasado de actriz porno

Dicen que en las redacciones de Hollywood en el top five de “actrices que amamos entrevistar” figuraba la bonita Cameron Díaz. Es que la muchacha con ojos de cielo y cuerpo de infierno era garantía de pasarla bien en cualquier nota. Los periodistas la querían no solo por su belleza evidente, sino también por su personalidad entre dulce y pícara, elegante y guarra, celebridad y vecina de al lado que la convertían en una criatura sencillamente adorable.

Pero esa sonrisa se borró cuando después de su debut en La máscara, de 1994 junto a Jim Carrey, su pasado comenzó a conocerse cuando era una actriz porno, Díaz demandó a la productora del filme para evitar que su pasado saliera a la luz. Logró ganar el juicio. Pero el largometraje terminó filtrándose. Una compañía rusa -aunque con servidores en países del Caribe-, llamada Scandal Inc, lo comercializó por el módico precio de 40 dólares.

En paralelo distintos servidores independientes ofrecían gratis la película.