Desde agosto del año pasado, un grupo de disidentes campesinos que pertenecen a la Federación Sindical Única de Trabajadores de Campesinos de Cochabamba (FESUTCC) decidieron separarse de están institución ya que estaba bajo el control del Movimiento al Socialismo (MAS) que no solo imponía su ideología o decisiones, sino que rechazaba cualquier pensamiento fuera al del partido.
Miguel Balderrama, representante de la Federación de Campesinos “Enrique Siles Antezana”, señaló que si el dirigente de uno de los sindicatos no apoyaba al partido de gobierno o no acataba las decisiones que tomaban, directamente eran “hostigados” y se creaban dirigencias paralelas para decir que tenían el control de las bases.
“Somos disidentes por el hostigamiento que hay a quienes no apoyan al MAS”, declaró Balderrama.
Explicó que no solo se veía este “condicionamiento” en los sindicatos campesinos, sino entre las propias comunidades y los gobiernos municipales. “Si un alcalde no había jurado primero al MAS, no le daban obras”, comentó.
Explicó que éste y otros sectores que antes apoyaban al partido azul dejaron de hacerlo por las imposiciones; mostrando el desgaste que sufrió el partido de Evo Morales por las diferentes denuncias de corrupción y la falta de renovación entre sus parlamentarios y autoridades en los tres niveles de gobierno.
ALIANZA CON PAN-BOL
La pasada semana, este sector firmó un acuerdo con el Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-Bol) para apoyarlo durante estas elecciones, pues a palabras de Balderrama, sus candidatos “no tienen cola que les pisen” como es el caso de otros binomios presidenciales.
Balderrama aseguró que el binomio de Feliciano Mamani y Ruth Nina, buscan reformar el sistema judicial, pues este está llena de consorcios de abogados, jueces y policías que “implantan pruebas falsas” y realizan “volteos” sin que nadie pueda hacer algo.