Un perro detector de droga de nombre Irack interceptó sustancias controladas adheridas en hojas de pepel bond, mismas que tenían un destino final a Japón.
Las sustancias controladas en dichas hojas fueron secuestradas y trasladadas a dependencias de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), para su destrucción.
El can Irack realizaba el control en la carga de equipajes del aeropuerto Jorge Wilstermann, encontrando la cocaína teniendo un peso de 552 gramos de droga, valuada en $us 1.380 (mil trescientos ochenta dólares americanos) precio en Bolivia.
El caso se puso en proceso de investigación, siendo puesto a conocimiento del Ministerio Público.