Cáncer de próstata aumenta en el país

De acuerdo con datos del Programa Nacional de Lucha Contra el Cáncer (PNLCC) del Ministerio de Salud y Deportes, entre 2016 y 2020 se registraron 3.001 casos nuevos y 905 defunciones asociadas a esta enfermedad, lo que representa una tasa de mortalidad del 30,2 % . Este porcentaje es significativamente más alto en comparación con otros tipos de cáncer más frecuentes como el cáncer de mama (16,4%) y el cáncer de cuello uterino (18,7%).

En Bolivia las cifras más altas se registraron en La Paz con 985 casos (32,8%), seguido de Santa Cruz con 900 casos (30%) y Cochabamba con 776 casos (25,9%). Los departamentos con menor incidencia fueron Pando (5 casos), Beni (12 casos) y Oruro (24 casos).

¿Qué es el cáncer de próstata?

Por su parte, la próstata es una parte del aparato reproductor masculino que está situada debajo de la vejiga y delante del recto. Tiene el tamaño de una nuez y funciona como una vejiga secundaria, la cual ejerce presión para que el semen sea expulsado por la uretra al exterior. Con ambas descripciones resueltas, es sencillo concluir que el cáncer de próstata es un sobrecrecimiento de células malignas en los tejidos que conforman este órgano. El cáncer de próstata es uno de los tipos de neoplasia maligna más comunes en los hombres residentes en países de alto ingreso.

Síntomas del cáncer de próstata

En las primeras fases de la enfermedad, el tumor está circunscrito a la próstata y suele ser asintomático. Una vez avanza, los hombres con cáncer de próstata pueden sentir lo siguiente:

Dificultad para empezar a orinar. Dolor o ardor al orinar. Disminución en la fuerza del flujo de la orina. Pérdida de peso involuntaria. Presencia de sangre en la orina y el semen. Disfunción eréctil.

Edema o hinchazón de las piernas. Pérdida de fuerza en las piernas por compresión de la médula espinal. Dolores óseos por expansión del tumor al hueso (en casos avanzados).

¿Cómo es el diagnóstico?

A partir de los 40 años, toda persona de género masculino debe realizarse un tacto rectal para examinar irregularidades del colon y la próstata. En el entorno preventivo, también es de gran interés la prueba de PSA (antígeno prostático específico). El nivel de PSA en la sangre del paciente se mide en nanogramos por mililitro y el riesgo aumenta si la concentración de este antígeno es elevada.

Si se detecta una anormalidad durante la prueba de PSA o el tacto rectal, se puede recurrir a ecografías, resonancias magnéticas y otras técnicas de imagen para determinar la extensión del tumor.

Prevención del cáncer de próstata

El cáncer de próstata no se puede prevenir en el 100 % de los casos, ya que existen múltiples factores de riesgo que pueden propiciar su aparición. De todas maneras, existen algunas pautas que pueden reducir las probabilidades de padecer esta (y otras muchas) neoplasias malignas. Algunas de ellas son las siguientes:

Seguir una dieta saludable: según estudios, los pacientes obesos son más proclives a tener un peor diagnóstico si presentan un cáncer de próstata. Comer alimentos variados, poco procesados y bajos en grasas nocivas ayuda a controlar el peso y evitar muchas enfermedades.

Elegir alimentos naturales (en vez de suplementos): no hay suficiente evidencia que indique una reducción de riesgo si se consumen ciertos suplementos alimenticios. Lo mejor es acudir a dietas naturales y consultar con el médico cualquier abordaje farmacológico que se vaya a realizar.

Hacer ejercicio: se recomienda que, como mínimo, un adulto sano lleve a cabo 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 50 % de los casos de cáncer se pueden prevenir con las medidas adecuadas. Llevar un estilo de vida saludable y acudir a los análisis de detección temprana si lo recomienda el profesional médico son medidas esenciales para evitar un cuadro grave derivado de un cáncer prostático.