Cansados de esperar, choferes bloquean y «cercan» la ciudad

Cansados de esperar largas horas y en algunos casos días, en interminables filas, en surtidores que no tienen combustibles, decenas de transportistas procedieron a bloquear diferentes carreteras y calles, cercando prácticamente la ciudad.

Desde tempranas horas de ayer, se reportó desde Colomi que la vía que conecta Cochabamba con Santa Cruz fue bloqueada por algunas horas porque los conductores se cansaron de esperar por la provisión de diésel.

Colocando piedras y palos en la carretera, los transportistas protestaron porque deben realizar largas filas por varios días, lo que ocasiona grandes pérdidas económicas.

Posteriormente, se reportaron bloqueos desde la avenida Petrolera, que por horas estuvo cerrada en ambas vías.

La avenida Petrolera conecta la ciudad con poblaciones del Valle Alto,

Los transportistas señalaron que la medida de presión tiene el objetivo de que las autoridades de gobierno solucionen la escasez de diésel.

EL MALESTAR CRECE

También, en la zona sur de la ciudad, la concurrida avenida Huayacán que conecta al túnel de El Abra con Sacaba fue bloqueada en horas de la tarde por aproximadamente 40 choferes del transporte pesado.

La molestia se extendió a otros puntos de la ciudad, la avenida 6 de agosto a la altura de la rotonda y el circuito Bolivia también fue paralizado por el transporte que de manera pacífica colocaron sus vehículos, sin combustible, en medio de las vías.

En la avenida Blanco Galindo, donde se pueden verificar las filas más largas de vehículos que esperan la provisión de diésel, el malestar es creciente.

Desde la zona de Suticollo también se informó que se produjeron bloqueos de la carretera interdepartamental que une nuestra ciudad con Oruro y La Paz.

“Tenemos que dormir un día y a veces dos días para poder cargar diésel, porque en todo lado no hay o está lleno”, protestó un transportista.

El sector del autotransporte federado determinó un paro con bloqueos desde el primero de agosto, pero la escasez del diésel y la crítica situación económica que atraviesa el país, prácticamente adelantaron las medidas de presión.