Carlos Mesa y 140 líderes de países del mundo demandan la gratuidad y distribución masiva de la vacuna que se desarrolle contra el coronavirus

El expresidente de Bolivia Carlos Mesa, junto a más de 140 líderes mundiales, entre presidentes, ex presidentes, científicos, escritores, economistas, activistas sociales y defensores de la salud pública, demandaron a la Asamblea Mundial de la Salud que las vacunas que se desarrollen contra el coronavirus, se pongan a disposición de todos, de forma gratuita, en todos los países del mundo.

«Los gobiernos y los organismos internacionales deben unirse en torno a un acuerdo mundial que garantice que, cuando se desarrolle una vacuna segura y eficaz (contra el COVID19), se produzca rápidamente a escala, y se distribuya todas las personas, en todos los países, de forma gratuita», dice la carta, agregando que los países más pobres no deberían quedar al final de la lista de vacunas.

El pedido de los líderes y expertos mundiales se produce a pocos días de la 72ª Asamblea Mundial de la Salud (AMS), la organización de las Naciones Unidas, a la que asistirán Ministros de Salud de todos los países del mundo, y que tendrá lugar del 20 al 27 de mayo en Ginebra, Suiza.

“Asegurar el intercambio obligatorio de todos los conocimientos, datos y tecnologías relacionados con la COVID-19 a nivel mundial, a fin de garantizar que cualquier nación pueda producir o comprar dosis asequibles de vacunas, tratamientos y pruebas”, es el primero de los tres pedidos que hacen los líderes mundiales en la carta abierta dirigida a los Ministros de Salud de la 72ª. AMS.

Los firmantes de la carta abierta, muchos de ellos pertenecientes al Club de Madrid y el Nizami Ganjavi International Center, piden también: “Establecer un plan global y equitativo de fabricación y distribución rápida de las vacunas, tratamientos y pruebas que esté totalmente financiado por las naciones ricas y que garantice la transparencia ‘a precios de costo real’ y suministros de acuerdo con las necesidades en vez de las capacidades de pago”.

Ese punto incluiría medidas urgentes destinadas a aumentar enormemente la capacidad de producción de las vacunas en cantidades suficientes y capacitar y reclutar a millones de trabajadores sanitarios para distribuirlas.

La misiva, coordinada por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida y el Comité de Oxford para el alivio de la hambruna (Oxfam), finalmente exige “garantizar que las vacunas, los diagnósticos, las pruebas y los tratamientos de COVID-19 se proporcionen gratuitamente a todos, en todas partes, priorizando el acceso a los trabajadores que estén en primera línea, las personas más vulnerables y los países pobres con menor capacidad para salvar vidas”.

Los firmantes, entre los que se encuentran los actuales presidentes de Ghana, Sudáfrica y Senegal y el Primer Ministro de Pakistan, además de los ex presidentes de Colombia, Sudáfrica, Finlandia, Costa Rica, Ecuador, Chile, Ukrania, Rumania, Brasil, México y otros; ex Primeros Ministros del reino Unido, Canadá, España, Korea, Austria y la expresidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas, María Fernanda Espinosa; o el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, piden a todos los gobiernos del mundo aunar esfuerzos para apoyar una vacuna de carácter «popular» contra la COVID-19.

«La vacuna COVID-19 no debe pertenecer a nadie y ha de ser gratuita para todos. Los tópicos diplomáticos no son suficientes, necesitamos garantías legales, y las necesitamos ahora», sentenció la ex primera ministra de Nueva Zelanda y ex administradora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Helen Clark.

ONUSIDA, en su comunicado de prensa, ha calificado la carta como «la posición más ambiciosa establecida por los líderes mundiales sobre una vacuna COVID-19». La humanidad actual, en toda su fragilidad, está buscando una vacuna efectiva y segura contra COVID-19. Es nuestra mejor esperanza para poner fin a esta dolorosa pandemia mundial.

“Nuestro mundo solo estará más seguro una vez que todos puedan beneficiarse de la ciencia y acceder a una vacuna, y eso es un desafío político. La Asamblea Mundial de la Salud debe forjar un acuerdo global que garantice el acceso universal rápido a vacunas y tratamientos de calidad garantizada con necesidades priorizadas por encima de la capacidad de pago”, resalta el comunicado como una de las partes importantes de la carta abierta.