La emergencia continúa. Muchos de los niños fueron encontrados, este miércoles, en medio de las calles o las avenidas ‘trabajando’ sin tomar en cuenta el riesgo que corren los mismos de sufrir cualquier incidente.
Mediante un trabajo interinstitucional por parte del Consejo Departamental contra la Trata y Tráfico de Personas, se encontraron a más de 80 menores de edad que estaban trabajando en las calles o se encontraban en situación de mendicidad forzada.
Varios de los menores recorren las calles solos, con hermanos mayores y en muy pocas ocasiones con la presencia de un adulto, y trabajan con la venta de dulces, limpiando parabrisas de motorizados o como lustrabotas.
Entre los operativos incluso se hallaron menores que, caracterizados con disfraces o con cartones, se ocupan de entretener en los semáforos a los conductores que pasan por allí a la espera de recibir unas monedas a cambio.
La situación para todos estos niños representa un riesgo total para su integridad, ya que se exponen a un accidente vehicular o a ser víctimas de malos tratos o agresiones por parte de personas inescrupulosas.
Según el informe de las oficinas municipales de Género y Generacional, se conoció que las madres salen con sus hijos a mendigar o vender porque cuando la gente los ve con ellos siente más pena y hay más oportunidad de que los ayuden. Este accionar fue catalogado como una ‘utilización comercial’ de los menores.
Las autoridades notificaron a varios de los padres cuyos hijos fueron hallados en esta situación y los mismos serán trasladados a una casa de acogida en caso de que se los vuelva a encontrar dentro de estas actividades.
Varias de estas familias se encuentran en esta situación ante la carencia de una situación económica estable, casos de migración del campo a la ciudad u otros similares que obligan a los menores a ‘ayudar’ a sus padres, pero no se toma en cuenta el riesgo al que los mismos son expuestos por estas mismas situaciones.