Caso Soria, Wilstermann y Betzabé: “Callala a esa mujer a ver si no la callamos”

Está por demás claro que lo que hizo la ex kinesióloga de Wilstermann, Betzabé Ibáñez, iba a generar una serie de repercusiones tanto positivas, como también negativas, reacciones de gente que en algunos casos se esconde en el anonimato para mandar mensajes intimidatorios, con el objetivo que la persona que entiende que es la víctima en todo esto, no siga adelante con lo iniciado, peor aún, cuando de por medio hay muchos intereses y también sentimientos, como los que expresan algunos fanáticos que se dejan llevar por lo pasional y no por lo racional.

¿PORQUÉ SIGUE FIRME EN SU DENUNCIA?

A pesar del peso mediático que viene sufriendo por denunciar al técnico de Wilstermann, Mauricio Soria por discriminación y también al club que es representado por sus actuales dirigentes ante Conmebol y FIFA, Ibáñez contó la razón de hacer lo que hizo y porqué sigue firme, a pesar de tanta presión.

“Al despertar todas las mañanas veo una niña que es mi razón de ser, mi vida, es mi todo, es mi niña, yo no me perdonaría el hecho de no denunciar un acto como este, teniendo una niña mujer, que probablemente tenga que encarar a un entorno difícil más adelante, por lo tanto recibí muchísimos mensajes de personas que habían pasado por la misma situación sin poder hablarlo, sin poder defenderse, sin poder reclamarlo, en nombre de todas esas personas, simplemente quería que empaticen que las personas entendieran que detrás de una mujer hay capacidad para desenvolverse en cualquier área y dije ‘no, no me puedo caer atrás, tengo que continuar’, evidentemente recibí llamadas, insultos, he recibido de todo pero dije que no era hora de claudicar”, señaló la profesional.

LAS AMENAZAS NO FALTARON

La ex kinesióloga de Wilstermann, se refirió a las amenazas que sufrió por acudir a la justicia ordinaria y a la deportiva, donde su mayor preocupación es su familia.

“Había mensajes demasiado fuertes, los familiares del entorno de mi padre me mandaban las capturas que decían ‘callala a esa mujer a ver si no la callamos’ y cosas así, evidentemente yo tengo familia y tengo que cuidar de ellos, soy la hermana mayor, no ha sido fácil muchas veces salir a la calle, donde te llamaban ‘vendida, traicionera’, es más, no he podido presentarme en ningún otro club por el mismo hecho al miedo que me ha causado todo esto, para poder enfrentar y explicar a la hinchada que necesito trabajar, necesito seguir, tengo una vida, tengo una niña y yo necesito generar”, finalizó Betzabé Ibáñez.