Los delitos de trata y tráfico de personas, la utilización del cuerpo de menores para beneficio económico de grupos criminales, aumentaron 30% en los últimos meses, de acuerdo a una investigación realizada por la fundación Munasim Kullkita, en cuatro regiones del país.
Las cuatro regiones de análisis son consideradas con población de alto riesgo y áreas de alto tráfico hacia las fronteras, como Desaguadero, Yacuiba, El Alto y Santa Cruz.
La investigación tomó entrevistas a más de 2.000 estudiantes de esas poblaciones, considerando la vulnerabilidad de este grupo etario.
Ricardo Giavarini, director de Munasim Kullakita, quien refirió los datos de la investigación, afirmó que, a pesar de la situación de cuarentena que vive el país, la trata y tráfico de personas, y delitos conexos, ha encontrado nuevos mecanismos en las redes sociales para captar a víctimas de este flagelo, especialmente mujeres menores. El Día