Perú
Este martes se llevó a cabo la sesión 52 del juicio contra el expresidente de Perú Pedro Castillo, acusado por el fallido golpe de Estado de diciembre de 2022.
Durante su intervención, Castillo sorprendió al invocar a los presidentes de Bolivia, Colombia, Chile y Brasil a reunirse en una “guerra” para combatir la corrupción y la delincuencia. “Desde acá invoco a Petro y al presidente de Chile, Bolivia y Brasil: de una vez vamos a la guerra, pero a la guerra para terminar con la delincuencia, corrupción”, expresó desde el penal de Barbadillo, donde cumple prisión preventiva. El exmandatario insistió en su inocencia, afirmando que en el proceso en su contra no se han presentado pruebas que lo vinculen con los delitos imputados. “Hasta el momento no se me encuentra el delito que se me imputa; simplemente decirles que soy un presidente secuestrado, un presidente que empezó a impulsar el desarrollo de miles de compatriotas”, dijo. Castillo también calificó de “falsos patriotas” a sus detractores y los acusó de haber vendido armas a las Farc de Colombia.
Pese a que la jueza Norma Carbajal le solicitó concluir su alocución, Castillo continuó hablando. El exmandatario enfrenta denuncias por organización criminal, tráfico de influencias y colusión agravada.
JUICIO
La sesión 52 del juicio estuvo marcada, además, por un enfrentamiento entre Castillo y la jueza Norma Carbajal, presidente del tribunal, lo que derivó en el cierre de su micrófono en el momento de su acreditación. El expresidente acusó a la togada de actuar de forma parcializada y cuestionó la legitimidad del proceso en su contra.
«Rechazo este juicio y quiero dejar constancia. Yo soy presidente de la República, no me pueden silenciar ante el país. Díganme dónde encontraron las armas. Mi abogado público no tuvo tiempo de prepararse; yo no tengo para pagar un abogado privado», expresó.
Sobre la presidente del tribunal dijo: «La doctora Carbajal ha contaminado este juicio, no tiene ninguna autoridad. La Fiscalía está dando imputaciones que no puede probar», dijo subido de tono mientras los magistrados le pedían que se sentara y que guardara silencio. Agencias.
