Tyre Sampson tenía apenas 14 años y se encontraba de vacaciones en Orlando, Florida, con la familia de un amigo. Asistieron al ICON Park, un parque temático que destaca por tener la torre de descenso más alta del mundo: el Orlando Free Fall, que mide unos 130 metros del suelo hasta su parte más alejada.
Tyre y sus amigos subieron al juego y les colocaron solo un arnés, ya que la atracción no tenía cinturones de seguridad, de acuerdo con una fotografía que circula en redes sociales; sin embargo, el joven hoy fallecido era alto y corpulento, por lo que se puede apreciar que el objeto que debía protegerlo no estaba del todo ajustado.El juego mecánico se elevó a más de 100 metros, giró en la parte más alta, quedó suspendido. A segundos de que los visitantes lleguen de nuevo al suelo, se aprecia cómo el arnés de Tyre se levanta y el chico sale volando a toda velocidad.