Un reciente estudio de la Universidad de Soochow, en China, sugiere que los hombres que consumen diariamente una pinta de cerveza, poco más de medio litro, tienen un 60 % más de probabilidades de padecer gota.
La gota es una forma de artritis inflamatoria causada por la acumulación de cristales de urato (ácido úrico) en las articulaciones.
El estudio, publicado en la revista JAMA Network Open, también reveló que el riesgo de padecer esta enfermedad es aún mayor cuando la cerveza es consumida por mujeres. Para ellas, el riesgo aumentado es del 62 %.
Estos hallazgos destacan la relación entre el consumo regular de cerveza y el incremento en las probabilidades de desarrollar gota; tanto en hombres como en mujeres.
El análisis de los datos de 401.128 personas del Biobanco del Reino Unido mostró que el riesgo de gota asociado al consumo de algunas bebidas alcohólicas específicas (en especial la cerveza o la sidra) era similar en hombres y mujeres.
Mientras, un mayor consumo total de alcohol en general se asoció con un mayor riesgo de gota en ambos sexos; con mayor intensidad en hombres que en mujeres. Los científicos chinos indicaron que la cerveza y la sidra pueden ser más dañinos porque contienen un alto nivel de purinas.
La gota era conocida históricamente como ‘la enfermedad de los reyes’; porque estaba asociada a la realeza y a las clases altas, en particular a los grandes banquetes. De hecho, el enfermo más famoso fue el monarca británico Enrique VIII.
“Estos hallazgos sugieren que ciertas bebidas alcohólicas están asociadas con un riesgo similar de sufrir gota para hombres y mujeres, y que el consumo de alcohol debería minimizarse para prevenir la gota, independientemente del sexo”; concluyeron los científicos.
¿Qué síntomas tiene la gota?
La gota puede inflamar una o más articulaciones. Las que se ven afectadas con mayor frecuencia suelen ser el dedo gordo del pie, el empeine, el tobillo y la rodilla.
Los síntomas suelen presentarse de manera brusca, a menudo durante la noche:
En muy poco tiempo, la articulación pasa de estar normal a sufrir una inflamación muy fuerte.
Dolor muy intenso: descrito a menudo como insoportable.
Hinchazón y enrojecimiento de la articulación
Aumento local de la temperatura de la articulación.
Gran sensibilidad al tacto.
También puede haber fiebre, si bien su aparición requiere descartar otros procesos, como una infección.
Los síntomas duran entre tres y diez días, y luego suelen desaparecer, incluso sin tratamiento. Sin embargo, con el paso del tiempo, suelen repetirse. Por lo general, los nuevos ataques de gotas serán cada vez más frecuentes, durarán más tiempo y sus consecuencias sobre la salud serán más graves. Pueden afectar a varias articulaciones y acabar volviéndose crónicos, lo que se conoce como artritis gotosa. Esta enfermedad puede dañar las articulaciones y reducir la movilidad.
También, a la larga podemos encontrar en estos pacientes los denominados tofos gotosos, que son acúmulos de dichos cristales debajo de la piel y formando nódulos, que suelen encontrarse alrededor de las articulaciones afectadas por ataques anteriores de gota; también puede existir afectación renal en forma de cálculos renales, por ejemplo.