Al promediar las 3 de la madrugada de este pasado jueves, la vida de Jhenny Villa López de 21 años, se extinguía a manos de su expareja, quien la asesinó con una brutalidad y crueldad que difícilmente puede entender su familia, que lucha por aceptar su muerte.
“Me lo había matado, me lo había violado, me lo ha cortado su cuello…mis dos nietos huérfanos se han quedado”, contó su madre entre lágrimas.
¿QUÉ PASÓ?
Jhenny se convirtió en la octava víctima de feminicidio, luego de que su esposo la matara, ella intentó gritar y pedir ayuda, pero ni la presencia de sus hijos en el lugar evitó que su expareja terminara con su vida.
Fue el propietario de la vivienda donde Jhenny vivía, quien escuchó como alguien gritaba su nombre dos veces, salió de su cuarto y desde el inicio presintió que algo le había pasado.
Vio la puerta de su cuarto entreabierta, al interior vio a su inquilina, pero no se movía, grito y de pronto salió la expareja de la joven bañado en sangre intentando escapar.
“Ha salido, me ha empujado, estaba escapando, pura sangre he visto, he tenido que agarrarle, le he golpeado y al mismo cuarto le he empujado y le he encerrado…lo he detenido ahí. Como estaba pura sangre y no gritaba nada y las wawitas estaban llorando, he mirado y he visto que estaban en su cama y estaba tapado con frazada, pero no se movía el cuerpo”, relató el hombre.
Sin su intervención el agresor se hubiera dado a la fuga, tras encerrarlo encontraron su bicicleta a fuera de la casa, con la que pretendía escapar. El dueño de la vivienda no se explica en qué momento llegó al cuarto de Jhenny y sospecha que fue hasta ahí con la intensión de terminar con su vida.
“Estaba escapando porque su bicicleta estaba en la calle…seguramente ha debido venir directamente a hacer eso”, aseguró.
Asustado por la situación, llamo a su hijo y tomando un mango de picota obligaron al hombre a permanecer dentro la habitación hasta que llegue la policía.
El hombre fue identificado como Sergio E.H. de 29 años de edad, era el esposo de la víctima, pero de quien hace dos semanas, Jhenny había decidido separarse por el constante círculo de violencia al que era sometida.
SU FAMILIA NO HAYA CONSUELO
Tras enterarse de lo que pasó llegaron hasta la Felcv de Quillacollo, desconsolados lloraban tratando de aceptar que no la volverían a ver con vida.
“Me lo había matado, dos semanas habían estado separados, no me ha avisado nada, me lo había roto su nariz….teníamos que hacer reconocimiento médico”, aseguró su madre.
Exigen justicia y cárcel para el responsable, “quiero justicia para mi hija, como animal me lo ha matado… Que pague el maldito, yo quiero que salga muerto de la cárcel”, aseveró.
LOS NIÑOS LO VIERON TODO
Al lugar llegaron efectivos policiales y verificaron que Jhenny ya no presentaba signos vitales, “los policías ingresan y encuentran postrada a una persona de sexo femenino, con una herida punzo cortante a la altura del cuello, motivo por el cual inmediatamente dan parte a la Felcv…constatan que la señora se encontraba ya sin signos vitales”, explicó el Comandante Regional del valle bajo, Cnl. Gilmar Quilla Assaf, en un informe preliminar.
La autoridad señaló que se realizó el levantamiento legal del cuerpo y la aprehensión del autor, quien en ese momento llegó a confesar el crimen.
“De esta manera se hacen las primeras acciones fácticas, aprehendiendo al autor quien confiesa, es aprehendido y trasladado a dependencias de la Felcv, a objeto de que preste su declaración preliminar”, agregó.
El caso fue remitido al ministerio público y se inició la investigación por feminicidio.
La investigación desarrollada confirmó que la joven madre, quien murió a manos del padre de sus hijos, fue apuñalada y degollada con un cuchillo de cocina que por la brutalidad del ataque se terminó rompiendo. El hombre le provocó un corte de 25 centímetros en el cuello.
“Dentro la evidencia probatoria, en el lugar del hecho se ha podido colectar un mango de cuchillo de sierra, como también la hoja de metal de sierra que presumiblemente fuera el instrumento del delito”, explicó el Director departamental de la Felcv, Cnl. Alfredo Saravia.
Así mismo, desde el Ministerio Público, se dio a conocer que la joven murió por una hemorragia interna y externa a causa de las heridas, confirmando que Sergio la apuñaló 13 veces.
Según el informe de la responsable del Slim de Quillacollo, los hijos de 3 y 5 años presenciaron todo. “Conforme el informe del psicólogo de turno, los menores han presenciado el hecho… la menor está afectada se le va a remitir a que realice terapias por la gravedad del hecho”, señaló la funcionaria.
Los menores quedaron bajo el cuidado temporal de una tía.
ANTECEDENTES DE VIOLENCIA
El informe del Director de la Felcv dio a conocer que el hombre tendría dos denuncias por violencia familiar en el departamento de La Paz, las que habrían sido presentadas por una tía.
De igual forma, la familia de la joven asegura que el hombre la celaba constantemente y la agredía, la última vez que la golpeó le llegó a romper la nariz y que presentarían la denuncia, pero no alcanzaron a hacerlo.
“La amenazaba, cada vez, no, nos avisaba a nosotros, le prohibía que fuera a la casa, su madrina varias veces le hizo abuenar”, explicó la madre.
Según su hermana los celos del hombre eran tales que casi la tenía incomunicada, “sin teléfono estaba mi hermana, ese hombre era un celoso, le golpeaba”, aseguró.
Su familia también asegura que el hombre los amenazaba con denunciarlos, si se metían en su relación. “Todo nos amenazaba, yo soy discapacitado, a ver que me toquen, voy a llamar a la policía, les voy a meter a tus hijos a adentro”, recordó su madre.
¿QUIÉN ERA JHENNY?
Jhenny Villa López, de 21 años, era madre de dos hijos de 6 y 3 años, trabajaba vendiendo pollo a la broaster para mantenerlos. Se casó a los 15 años con quien sería su verdugo y por mucho tiempo vivió un círculo de violencia del que intentó escapar, pero no le fue posible. La joven es recordada como alguien trabajadora, que puso a sus hijos antes que todo.
Su familia recogió su cuerpo del IDIF, donde sus amigos, familiares y vecinos protagonizaron una protesta exigiendo cárcel para su asesino. Posteriormente, la trasladaron a su domicilio donde velan sus restos entre llanto, dolor y clamores de justicia.
Mientras tanto el aprehendido aguarda su audiencia de medidas cautelares.