Chofer que ‘desfiguró’ el rostro a su ex se ahorcó

Hulises G.A. de 44 años de edad, acusado de tentativa de feminicidio tras agredir brutalmente a su exesposa y prácticamente desfigurarle la cara, finalmente fue encontrado.

El chofer que era buscado por efectivos de la Fuerza especial de lucha contra la violencia y Diprove fue hallado sin vida en el municipio de Capinota, donde decidió quitarse la vida.

Luego de golpear salvajemente a su expareja este pasado lunes, se dio a la fuga en el taxitrufi donde trabajaba, al llevarse el motorizado sin autorización de su dueño fue denunciado por robo. Durante la investigación policial detectaron que la última carga de combustible que realizó fue en una estación de servicio en la carretera al occidente del país.

Según se conoce en su huida llegó hasta Capinota, donde se dedicó a consumir bebidas alcohólicas en chicherías del lugar durante al menos dos días, hasta tomar la decisión de quitarse la vida ahorcándose.

El cuerpo del hombre fue encontrado colgado de un árbol en el sector de Playa Ancha, a 200 metros del cementerio, por comunarios que dieron parte a dirigentes y la policía.

Inicialmente, se desconocía su identidad, pero se confirmó que se trataba del acusado, cuyos restos fueron trasladados al IDIF luego de realizarse el levantamiento legal del cuerpo.

VÍCTIMA CONTINÚA GRAVE

Según el diagnóstico médico, la mujer de 34 años que ya cuenta con 40 días de impedimento presenta lesiones multifragmentarias de la órbita ocular y del seno maxilar derecho, edema, enfisema de partes blandas, hemoseno homolateral (complicación de fractura de techo orbitario), además de múltiples contusiones, por lo que necesitará de cirugías reconstructivas.

“QUERÍA SACARME LOS OJOS”

Desde la cama de un hospital, la víctima contó como el hombre ingresó a la vivienda pidiendo sacar sus cosas, pero trató de violarla y luego comenzó a agredirla con la firme intención de matarla.

“Mucha sangre empezó a brotar, yo ya no veía nada. Estaba sin fuerzas. Trató de asfixiarme, con su mano en mi cuello, yo ya me estaba desmayando. Me gritaba que me haría pedazos. Intenté levantarme y corrí, pero me agarró de los cabellos y me caí al barro, él quería sacarme los ojos con su mano. Empezó a pellizcarme un ojo queriendo sacarlo. Tomó un palo, me golpeaba en la cabeza, luego con una piedra me pegó en mi cara; agarró un ladrillo y me seguía golpeando, quería partirme la cabeza. Me decía que no le importaba volver a la cárcel. Todo estaba negro, pensé que ya estaba muerta. Una señorita pasó y él paró, yo saqué fuerzas y empecé a gritar pidiendo auxilio. Los vecinos vinieron y le gritaron, él se escapó”, relató.