Avasallados, maltratados, asaltados, sujetos a ser golpeados, insultados y denigrados viven quienes optaron por la bicicleta como medio alternativo de transporte.
Pese a que el municipio cuenta con una Ley de la Bicicleta esta se cumple poco o nada, pues desde su promulgación hace cuatro años, la situación de los ciclistas ha cambiado mínimamente.
Sin embargo, no solo deben lidiar con el maltrato a sus derechos como ciclistas, sino con la ciclorutas improvisadas, que los ponen en una situación de vulnerabilidad.
“LA BICI MI TRANSPORTE Y MI TRABAJO”
Bernardo es un ciclista de 35 años que utiliza este medio de transporte para ir a trabajar diariamente, él es cobrador en una distribuidora de cosméticos, así que, además de trasladarse a su casa y fuente laboral, también utiliza la bicicleta para hacer sus cobranzas. “La bici es mi transporte, es mi herramienta de trabajo, forma parte de mi vida”, expresó.
Bernardo contó a la VOZ que diariamente es maltratado por conductores irresponsables que no respetan los espacios destinados a los ciclistas, no solo los vehículos invaden su carril, sino también las motocicletas y algunos dueños de casa que parquean sus motorizados en estos espacios.
“Todos los días antes de salir me persigno porque prácticamente toda la jornada estoy montado en mi bicicleta y varias veces me salve de ser arrollado o impactado por algún auto, incluso una vez casi me choca un micro”, sostuvo.
CICLORUTAS PARA EL NORTE
Al parecer las autoridades municipales consideran que solo en la zona norte se maneja bicicleta, pues las ciclorutas en el sur de la ciudad son nulas, no hay una forma de conexión entre ambas zonas.
“Lamentablemente creen que la bicicleta continúa siendo solo para la recreación o para el día del ciclista y el peatón, porque en la zona norte no más han hecho rutas con adornitos y jardineras, pero al sur nada, ni un metro de ciclovía”, dijo Pablo un ciclista que vive en Alto Cochabamba.
MASA CRITICA
Masa Crítica Cochabamba es un colectivo que promueve el uso de la bicicleta como medio de transporte, además de que permanentemente se movilizan en defensa de los ciclistas.
Cristian Nogales, quien forma parte del colectivo, indicó que pese a que existe una ley; esta es básicamente ignorada. “La cultura ciudadana es atropelladora y da preferencia al automóvil”, afirmó.
Nogales señaló que las ciclorutas fueron trabajadas de forma improvisada, sin planificación ni presupuesto; como consecuencia de ello es que permanentemente los ciclistas son invadidos y avasallados por los automóviles y motocicletas.
Lamentó que la construcción del Distribuidor de la Recoleta, no tome en cuenta a quienes manejan bicicleta ni al ciudadano de a pie. “La Recoleta es de promoción para el automóvil es una obra que le quita espacio a los ciudadanos, pone en peligro a los ciclistas y les quita el uso de vía en esas zonas”, puntualizó.
Sobre el tema, la concejala, Roció Molina señaló que después de mucho esfuerzo entre los colectivos y Legislativo no se llegó consolidar un proyecto tan importante.
“La avenida Oquendo ha sido un mamarracho, porque no se están construyendo rutas que sean planificadas, de acuerdo a la ley de la bicicleta se debe designar cada año recursos, pero no hay inversión ni en un 10 %, para este tema”, sostuvo.
LEY DE LA BICICLETA NO SE CUMPLE
La Ley de la Bicicleta ha sido tan poco socializada que ni los conductores de automóviles ni los ciclistas respetan esta. Pues más allá, de la falta de respeto a los espacios destinados a este medio alternativo de transporte, los ciclistas tampoco hacen casos a algunas normas como ser el uso obligatorio de casco de seguridad.
La responsabilidad de que se cumplan las normas por los ciclistas y también los conductores de motorizados recae en la Alcaldía de Cochabamba; sin embargo, no se designa presupuesto para ello.
“El control es de competencia municipal, entonces debe trabajar en campañas de comunicación y socialización masiva con la sociedad civil, es una construcción de educación ciudadana y lo mismo con los ciclistas”, señaló la concejala Roció Molina.
Por otro lado, las condiciones de las ciclorutas son lamentables, pues la falta de mantenimiento y señalización sumado a las balizas destrozadas son un signo de dejadez municipal.