Cinco síntomas de cáncer de ano la enfermedad mortal y silenciosa

Es cierto que muchas veces no le prestamos apenas atención a determinados procesos del organismo. Vamos al baño y no nos fijamos demasiado en si las heces son normales o si existe algún rastro de sangre o signo inusual en el cuerpo.

SANGRADO

Este es el principal indicador que debemos tener en cuenta. Ahora bien, percibir que sangramos de vez en cuando puede deberse a otras causas que siempre debemos conocer. En ocasiones, son las hemorroides, una simple infección o cualquier otra enfermedad que los especialistas determinarán. Es importante, por tanto, consultar con el médico este problema en cuanto lo percibamos. “La rectorragia es un signo clínico que consiste en la emisión de sangre roja por el ano de forma aislada o junto con las heces”. – Ordás y Panés.

SENSACIÓN DE LLENURA

La mayoría de pacientes que han desarrollado un cáncer de ano tienen una sensación de llenura en la zona del recto. Es como si existiera una masa que les molesta o que les hace sentir cierta picazón. En ocasiones, estas masas impiden el correcto tránsito intestinal, de forma que la persona puede perder incluso el control de sus músculos anales. Al principio es algo leve y casi inapreciable. De hecho, lo más común es que la persona espere tiempo (hasta 6 meses) antes de decidir consultar con un especialista, momento en que la sintomatología ya suele ser más evidente.

 APARICIÓN DE VERRUGAS

El cáncer de ano suele cursar muchas veces con la aparición de verrugas en la región anal. Pueden hallarse en el interior del propio intestino o en el exterior, causando molestias. Muchos pacientes los suelen confundir con simples forúnculos, pero es importante hacer un seguimiento de ellos. No hay que tener miedo o pudor a la hora de consultar este problema con el médico. Nos quedaremos más tranquilos.

CAMBIOS EN EL INTESTINO

Todos sufrimos pequeños cambios en el tránsito intestinal de vez en cuando. Pasamos por épocas de estreñimiento, diarrea… Es algo normal. Lo que no es habitual es experimentar ciertas pérdidas, al no poder controlar una adecuada retención o al notar que los músculos intestinales fallan.

Cuando los tumores ya están más avanzados se producen este tipo de alteraciones en las que el paciente experimenta la aparición de flujo en la zona del ano.

PICAZÓN

La parte baja del cuerpo se percibe de otro modo. Sentimos cansancio en el área lumbar, cierta presión abdominal y, sobre todo, picazón en la zona del recto. Es común asociarlo con las hemorroides. De ahí, que muchas personas recurran a las clásicas cremas o tratamientos para aliviar esa molestia íntima que no solemos compartir con nadie. Sin embargo, incidimos una vez más en la necesidad de consultar con los médicos cualesquiera de estos síntomas.

DIAGNÓSTICO PRECOZ

Si obtenemos un diagnóstico precoz, las probabilidades de éxito del tratamiento pueden aumentar significativamente. De allí la importancia de acudir al médico en caso de tener inquietudes, molestias y presencia de signos inusuales. Una pequeña parte de los casos suelen tener su diagnóstico en la etapa más avanzada y cuando el tumor ha alcanzado a los ganglios linfáticos. En este caso los tratamientos suelen ser más agresivos. No obstante, hay que tener en cuenta que en materia de cáncer, los investigadores no dejan de buscar formas de mejorar los tratamientos ya existentes y, a su vez, dar con mejores opciones para ayudar a los pacientes.