Esta puede ser provocada por el consumo excesivo de alcohol. También se puede producir por otras enfermedades, medicamentos o virus. La cirrosis aparece por tanto cuando el hígado sufre daños continuos e irreversibles que afectan las células de una manera muy agresiva.
SÍNTOMAS
Desafortunadamente para los pacientes con esta enfermedad, cuando esta apenas está comenzando no presenta ningún tipo de síntoma que pueda alertar sobre este delicado problema de salud.
Fatiga, debilidad y cansancio inexplicables. Pérdida significativa del apetito. Pérdida de peso. Náuseas, especialmente cuando se consumen alimentos grasos. Se presenta alternadamente tanto estreñimiento como diarrea. Se experimenta una exagerada y desagradable producción de gases. Edemas en las piernas y se hincha o inflama el vientre. El hígado se deforma. Se presenta una grave insuficiencia renal y cardíaca.
Cuando la causa de la cirrosis no se trata a tiempo, esta grave enfermedad puede seguir avanzando y causar daños irreversibles tanto en el hígado como en otros órganos importantes del cuerpo.
¿CÓMO SE PUEDE TRATAR?
Como primera medida se recomienda un cambio total de hábitos alimenticios. Si la enfermedad se produjo por el consumo de alcohol excesivo, indudablemente este debe ser eliminado por completo. Se debe evitar al máximo el consumo de sal. Además se debe tratar aparte cada una de las complicaciones que se han presentado por causa de la cirrosis.
En los casos extremadamente graves, como por ejemplo si la cirrosis ha llegado a un nivel de enfermedad terminal, se recomienda el trasplante de hígado. Ya que esta es la única manera de salvar a la persona de una muerte inminente. La cirrosis es incurable, pero siguiendo un tratamiento adecuado y las recomendaciones médicas, se puede llevar una vida normal y sin llegar a tener las complicaciones antes descritas.
REMEDIOS NATURALES
Recuerda que los remedios naturales son un complemento y que en ningún caso deben sustituir al tratamiento médico. Por tanto, consulta siempre con tu médico el uso de estos remedios y sus interacciones con tu enfermedad y medicación.
EL APIO
Algunas investigaciones realizadas al respecto han dado como resultado que el extracto de semillas de apio tiene la propiedad de proteger el hígado de los daños provocados por el excesivo consumo de medicamentos o exposición a químicos.
LA CÚRCUMA
Según un estudio publicado en 2015 se ha podido demostrar que el extracto de cúrcuma puede atenuar con éxito la hepatotoxicidad. El efecto está parcialmente mediado por la actividad antiinflamatoria del extracto.
EL CARDO MARIANO
Esta es una excelente hierba que tiene la propiedad de ayudar a facilitar el drenaje del hígado, limpiándolo de las toxinas que le causan daño. Los efectos más importantes se ven cuando apenas los síntomas de la enfermedad están iniciando.
SEMILLAS DE LA PAPAYA
Estas semillas han dado excelentes resultados en el tratamiento de la cirrosis, especialmente cuando esta apenas está comenzando a manifestarse.
¿Cómo se puede prevenir la cirrosis?
La manera más efectiva de prevenir la cirrosis es llevando una alimentación sana y evitando el consumo de alcohol, de esta manera se evita el daño en las células del hígado.
Nunca se deben mezclar los medicamentos con el alcohol, además se debe evitar el consumo de medicinas sin autorización médica.
¡ES POSIBLE CONVIVIR
CON LA CIRROSIS!
Las personas que padecen cirrosis pueden convivir por muchos años con esta enfermedad, aún cuando se presenten complicaciones. Existen en la actualidad muchos tratamientos que pueden ser bastante efectivos. Además, existe un gran número de personas que han padecido la enfermedad y a las cuales se les ha realizado el trasplante de hígado con resultados bastante satisfactorios. Estos pueden seguir con su vida normalmente y con salud.