Personal de la policía y la Intendencia encontraron una chichería clandestina en Villa Pagador que a la vez, funcionaba como discoteca, en el lugar, se encontraban más de 20 personas, menores de edad y se registraron agresiones a los funcionarios.
El hecho se registró en horas de la mañana de este martes, el personal acudió ante las denuncias de la existencia de este local por parte de los vecinos.
Cuando se ingresó a este sitio, varios de los presentes intentaron escapar u ocultarse subiendo al techo o metiéndose en baños y habitaciones contiguas, pero fueron pillados.
Mediante la inspección al lugar se registró que existían cuartos con colchones y frazadas en los que incluso se quedaban a dormir para luego seguir bebiendo, además de otras habitaciones en las que también solían ocultarse los bebedores de las autoridades. Detrás de estos ambientes, incluso había un tinglado donde estaría una discoteca clandestina denominada Cibeles, la cual no cuenta con documentos para su funcionamiento.
La propietaria del lugar, se opuso desde el inicio a esta revisión de la policía.
«La propietaria fue bastante agresiva. Agredió a los policías, agredió al personal de la alcaldía», aseguró Jerson Heredia, comandante de la Estación Policial Alalay.
El comandante lamentó que esta persona trate de lucrar con este tipo de negocios de forma ilegal, en horarios que no son permitidos, y siendo consciente de la inseguridad que podría generan en la zona.
Los policías hallaron más sorpresas puesto que dentro de este local se hallaron a dos menores de edad de 6 y 10 años que estaban expuestos a esta situación. Ambos fueron trasladados a instancias de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia.
Veinte personas fueron arrestadas como resultado de este operativo y las trasladaron a la Estación Policial Alalay. La propietaria fue llevada a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen por las agresiones en contra de los efectivos policiales.
Los vecinos de la zona denunciaron que estos bebedores, atracaban a estudiantes y niños de la zona para seguir consumiendo y generaban inseguridad en la zona.
«Algunos les quitan sus celulares y a los niños sus recreitos les quitan», dijo una de las vecinas y por ello exigen más controles en este lugar a este tipo de locales clandestinos.