Una casa que funcionaba como peladora de menudencias de forma ilegal fue en la zona sur de la ciudad, exactamente el sector de Santa Bárbara.
Según la denuncia de los vecinos, funcionaba sin ningún tipo de condiciones de higiene, ni seguridad; además, desprendía olores nauseabundos a todo el barrio.
«Se ha intervenido una peladora de patas, catalogado como una menudencia. Por estas características, se procedió a la clausura de este establecimiento hasta que regularice o caso contrario, se descarte la operación o funcionamiento de esta actividad económica dentro de este domicilio particular, que está en una zona residencial, un área urbana que, por normativa, no debería operar», explicó Enrique Vizcarra, jefe de Defensa al Consumidor de la Intendencia.
La autoridad indicó que se realizará el seguimiento minucioso correspondiente, ya que la actividad generó una serie de molestias medioambientales, de saneamiento e inocuidad alimentaria a la población circundante.
«Esperemos que esta actividad paralice sus actividades o regularice a la brevedad posible su legalidad como actividad económica», agregó.
Los vecinos están molestos y piden a las autoridades tomar cartas en este asunto.
«No entienden, ya vino la Intendencia y puso la clausura. Este tipo de actividades tiene que tener otro lugar, este es un barrio donde vivimos tranquilos y los alcantarillados son caños delgados y con la grasa lo van a tapar. Los vecinos han visto que botan sangre, está rojo en la calle. No sabemos qué hacer. Aquí había otro matadero y ya paró eso, nunca más», afirmó un representante.
Los habitantes de la zona piden desalojar la peladora de menudencias.
«Nos afecta el olor a sangre podrida, a carne podrida, a panza. Tenemos que soportar eso todo el día, no podemos ya ni salir al patio de nuestra casa. Entonces estamos siendo muy afectados. Hacen en diferentes horarios, de noche hacen bulla, no nos dejan descansar», agregó otra vecina.