Priscila Pinell
Un clizeño ayudó a producir las papas más grandes de Bolivia gracias a un fertilizante creado a base de fósiles de plantas prehistóricas. ¡Grande! fue el asombro de los productores que cosecharon tubérculos de más de un kilo; como si de alimentar dinosaurios se tratase.
Jhony Quiroga, ingeniero en biofertilizantes hace más de 30 años produce abono orgánico mineralizado libre de químicos y transgénicos, pues aseveró que, apuesta por lo natural, “extraído de la naturaleza, para que regrese a la naturaleza”.
Contó a LA VOZ que ingresaron a Valle Grande para distribuir el producto y este sea aprobado por los agricultores en valles cruceños. Fertilizantes líquidos y sólidos fueron utilizados en los cultivos y dieron una grata sorpresa el momento de la cosecha.
PAPA BATE RECORD
Quiroga agradeció la confianza de los productores que utilizaron su producto, pues aseveró que la confianza en este ayudó a batir el record de producción de papa en Bolivia. “Normalmente estaba sobre las 30 toneladas por hectárea, ahora hemos alcanzado 75 toneladas, lo que ha llamado la atención en los valles cruceños”, afirmó.
Una vez que se cosecharon las papas las pesaron con una romana, las más pequeñas tenían un peso de 700 gramos y las más grandes llegaron a los 1.300 gramos es decir más de un kilo por papa.
En la siembra estuvieron presentes siete alcaldes de Santa Cruz y coincidieron que con el tamaño de la producción pueden tranquilamente participar de la feria nacional de la papa e incluso a nivel internacional.
Por otro lado, Quiroga lamentó que en Cochabamba aún no se esté haciendo uso del producto. “Nadie es profeta en su propia tierra”, señaló. No obstante, aseveró que en el valle alto y bajo los terrenos aún son fértiles, por lo cual no se les hace imprescindible fertilizar la tierra, atribuyendo a esto el bajo consumo del abono de parte de los agricultores.
Quiroga informó que en otros departamentos se utiliza el producto en hortalizas. Aseveró que la fertilización orgánica cuenta con los 14 elementos e incluso tendría glucosa que favorece mucho a las plantas.
ABONO PREHISTÓRICO
Restos de plantas que, en la prehistoria, fueron el alimento de dinosaurios, ahora son rescatados para fertilizar cultivos tradicionales y llegar a las mesas de los bolivianos.
Jhony sostuvo que la materia prima del abono fertilizante que comercializa tiene como base la turba de montaña que pasa por un proceso de pirolisis, es decir, se elimina el alquitrán y benceno de los trozos de materia y se deja el calcio, potasio, nitrógeno entre otros elementos saludables para la fertilización.
Tierras capinoteñas brindan este material para producir el fertilizante. Quiroga contó que, una vez que encontraron los yacimientos de turba, junto a dos profesionales cubanos elaboraron el abono que después fue mejorado.
ALIMENTACIÓN CON SOBERANÍA
Una mejor producción asegura la seguridad y soberanía alimentaria, Quiroga señaló que si se hace masivo el consumo del abono mineral en tres años Bolivia podría ser exportadora de papa.
“Podemos aplicar a cualquier tipo de variedad de la papa, pero debemos tener en cuenta las labores culturales como el arar, gallinar y la fertilización foliar es el complemento”, aseguró.
Abono al alcance de todo bolsillo
Jhony Quiroga, productor del abono mineralizado sostuvo que utilizar agroquímicos esteriliza la tierra, pues mata los microorganismos para que los terrenos sean fértiles.
“Directamente este producto puede ser utilizado como “fertiriego”, ya que al ser diluido en agua abarca más hectáreas y los efectos fertilizantes duran al menos dos años”, aseveró.
El producto es accesible para todo bolsillo pues el envase de Bs 40 sirve para 200 litros de agua. Se cuenta con tres presentaciones: el de cuajado y maduración, el multipropósito y para jardinería y plantas ornamentales.
La tienda se encuentra en la Calle Moxos intersección Avenida 6 de Agosto, frente a la parada de micros a Punata, el nombre es “Turbabol”, los clientes podrán recibir asesoramiento en el mismo lugar.