Este próximo 10 de octubre, la selección boliviana de fútbol jugará un partido crucial en El Alto, en su objetivo que tiene de mantener viva la esperanza de una clasificación al Mundial 2026, donde la Verde recibirá al seleccionado colombiano.
Al ser un partido tan trascendental donde se debe ganar, todo, pero absolutamente todas las ventajas legítimas que se puedan tener sobre el rival, se las debe aprovechar, pero da la sensación que algunos no están en esa línea de apoyar a nuestra selección.
Resulta que Colombia manejaba dos alternativas para concentrar de cara al partido con Bolivia, la primera era intentar trabajar en Cochabamba y así adaptarse, en algo, a la altitud y, además, estar cerca de la sede del partido para evitar el fastidio de horas y horas de vuelo, y la segunda alternativa, era entrenar en su país y luego comerse todo el trayecto, primero a Santa Cruz y el mismo día del partido viajar a El Alto.
Pero resulta que los colombianos, gracias a una señora en Santa Cruz y un representante de jugadores bolivianos, apodado el ‘Miau, Miau’, hicieron las gestiones para los cafetaleros, para que el Didede de Cochabamba le alquile todo el estadio Félix Capriles desde el 5 hasta el 9 de octubre, para que nuestro rival pueda entrenarse y buscar derrotar a la ‘Verde’.
Lo que molesta más aún, es que los equipos cochabambinos muchas veces solicitaron al Didede poder entrenar en el estadio, y siempre se les negó, bajo el argumento que se debe cuidar el césped y sólo utilizarlo para partidos oficiales, pero esta postura no aplica con equipos extranjeros.
Además, al estar el campo de juego del Félix Capriles, algo deteriorado por su uso, se pensó que este receso por las Eliminatorias, iba a servir para realizar un mantenimiento al gramado, pero desde el Didede priorizan más, el darle toda la comodidad a nuestro rival.