El horno crematorio del Cementerio General de la ciudad no da abasto ante la cantidad de cadáveres de pacientes con Covid-19 que llegan al lugar.
Pues el equipo que lleva 8 años funcionando y trabaja más de 12 horas continuas por la pandemia del coronavirus, ya que existen días que llegan al lugar hasta 5 cuerpos, pero hasta la semana pasada solo se cremaban tres cuerpos por día y ahora tan solo dos.
Benedicto Gonzáles, administrador del Cementerio, explicó que esta reducción de cremaciones por día se debe a que el equipo ya cumplió su vida útil, pero ante esta emergencia se teme que éste se arruine y no se tenga cómo dar el servicio.
COMPRA DE NUEVO HORNO
A inicios de abril el alcalde José María Leyes anunció la compra de nuevo horno crematorio para abastecer con las necesidades de cremación de cadáveres Covid-19, señalando que este servicio sería gratuito.
Desde el 11 de abril el Concejo aprobó que se destinara 2,2 millones de bolivianos para esta compra, ya se estaba a un paso de la firma de compra pero el proceso quedó varado.
«(La Alcaldía) ya estaban contratando, pero (…) parece que se han dado cuenta con la fiscalización que estamos realizando (…) se han debido dar cuenta de las irregularidades que estaban haciendo», señaló la concejal Celima Torrico.
FOSAS COMUNES
Ante el colapso del horno crematorio, la Alcaldía analiza crear fosas comunes si es que el número de decesos por Covid-19 sigue en aumento.
Gonzáles, señaló que se tiene identificado un terreno de una hectárea en Uspha Uspha, zona sur, para este propósito.
Recordemos que las autoridades en salud señalan que un paciente que murió por Covid-19 debe ser incinerado o sepultado bajo tierra para evitar que el cadáver al momento de descomponerse se convierta en un foco de infección, por lo que está prohibido enterrarlos en nichos de cemento.