Atrás quedó la fiesta por la consagración como campeón la Copa Libertadores. Colombia en la calurosa ciudad de Barranquilla será un examen de alto nivel para Fernando Diniz en busca de recomponer su segundo empleo, el de entrenador de Brasil y levantar los ánimos.
Han pasado menos de dos semanas desde que director técnico hizo historia al llevar al Fluminense a ganar por primera vez la Libertadores y empezó a ser considerado a sus 49 años como un ídolo de la hinchada del Tricolor Carioca.
Pero aún con el festejo vivo deberá fruncir el ceño y conseguir mejores resultados con la ‘Seleção’ en el camino al Mundial de 2026 antes de traspasarle el bastón de mando a Carlo Ancelotti a mediados del próximo año. Especialmente por un empate ante Venezuela en casa y una derrota contra Uruguay en la anterior doble jornada, Brasil tiene uno de los peores arranques de eliminatoria en este siglo. Agencias