Combate las varices con vinagre y tomate verde

Las varices son venas que se dilatan debido a las dificultades que tiene la circulación para retornar con normalidad hacia el corazón. Se trata de uno de los problemas estéticos más comunes en la mujer. Por lo general, se desarrolla en la edad adulta debido a cuestiones genéticas y hormonales.

No obstante, debido al desgaste y debilitamiento que tienden a sufrir, se generan problemas inflamatorios que acaban en la formación de las venas varicosas. Al principio suelen pasar desapercibidas y no representan un problema de salud. Sin embargo, con el paso del tiempo pueden conducir a una incómoda sensación de pesadez y dolor en las piernas.

En esta oportunidad queremos compartir un tratamiento alternativo de vinagre y tomate verde. Este tiene efectos calmantes y antiinflamatorios, por lo que puede ayudarnos a aliviar este problema.

TRATAMIENTO CASERO DE

VINAGRE Y TOMATE VERDE

La combinación de tomate verde con vinagre de manzana nos brinda una terapia natural. Este puede contribuir a reducir el tamaño de las varices que se forman en las piernas. Se trata de un tratamiento de uso externo. Tras varias aplicaciones, puede ayudar a desinflamar las venas afectadas y mejorar la circulación de la sangre.

Su contenido de nutrientes esenciales, como las vitaminas y minerales, apoya las funciones del sistema linfático tras ser asimilados a través de la piel. Gracias a esto, los líquidos y toxinas retenidos en los tejidos se eliminan con normalidad. Así, pueden dejar de ser un obstáculo para el control de este problema.

VINAGRE DE MANZANA

El vinagre de manzana es un tónico natural con propiedades antiinflamatorias. Además, gracias a su contenido en manzana, contiene pequeñas cantidades de histidina, un vasolidatador. Por eso, aplicado de forma regular, podría ayudarnos a reducir el aspecto de las varices y arañas vasculares.

Asimismo, contiene ácidos naturales, además de vitaminas y minerales. Estos pueden ayudarnos a activar la circulación de la sangre mientras disminuyen el riesgo de envejecimiento prematuro. Su aplicación externa puede ejercer un efecto analgésico y relajante. Así, puede resultar útil cuando las varices causan dolor y sensación de rigidez. Por si fuera poco, contiene antioxidantes que benefician la salud de la piel. Así, puede ayudarte a eliminar toxinas y mantener firmeza en esta zona del cuerpo.

TOMATE VERDE

El uso externo de tomate verde se ha hecho popular como un remedio alternativo y económico para las antiestéticas varices que se forman en las piernas. Esta hortaliza cuenta con Ixocarpalactone-A, un antioxidante que ayuda  a combatir el estrés oxidativo y la inflamación.

Además, contiene numerosas vitaminas y minerales. Entre ellas destaca la vitamina A, un nutriente con numerosos beneficios. Entre ellos encontramos sus propiedades antioxidantes. Además, también favorecen el cuidado de la piel y el sistema inmunológico. Sumado a esto, es un ingrediente refrescante, rico en agua, por lo que puede ayudarnos a hidratar la piel. Así mantendremos la piel elástica, lo que favorecerá la circulación.

Preparación:

Para preparar este tratamiento contra las varices debes asegurarte de adquirir vinagre de manzana 100% orgánico. Las presentaciones refinadas no cuentan con su misma riqueza nutricional. Además, debes tener en cuenta que, debido a sus ácidos, lo ideal es combinarlo en partes iguales con agua para que no resulte agresivo para la piel.

Sin embargo, si no tienes piel sensible, puedes probarlo por sí solo. Con todo, te recomendamos que lo pruebes de a poco, comprobando el estado de la piel constantemente.

Ingredientes: 5 tomates verdes, 1 taza de vinagre de manzana orgánico (250 ml) Frasco de vidrio con tapa, Venda adhesiva o gasa.

Preparación: Vinagre y cítricos para quitar las manchas de agua. Primero, corta los tomates verdes en varias rodajas y luego introdúcelas en el frasco de vidrio. A continuación, cúbrelas con el vinagre de manzana y sella el preparado durante 48 horas. Por último, pon el producto en un lugar freso y oscuro para que se concentre bien.

Aplicación: Primero, toma varias rodajas del tomate y, a continuación, ponlas sobre las venas varices. Acto seguido, cubre por completo las zonas afectadas y tapa con una venda adhesiva o gasa, para que el tomate se mantenga fijo. Déjalo actuar durante 40 minutos y enjuaga con agua fría. Puedes repetir su uso todos los días, mínimo 2 semanas.