En la gran mayoría de las casas, el televisor está en el comedor, frente a la mesa donde la familia cena. También es habitual que los adultos almuercen frente al ordenador, para no “perder tiempo” y seguir trabajando. Estas dos costumbres tan arraigadas en la sociedad actual traen muy malas consecuencias para nuestra salud en diferentes ámbitos. Conoce cuáles son estos peligros en el siguiente artículo.
Efectos nocivos de comer frente al televisor
Para los niños
Estos pequeños son más proclives a consumir grasas y azúcares, por lo tanto, calorías. Además, no se dan cuenta cuándo están satisfechos por estar prestando atención a la “caja boba”, como se suele llamar a la televisión. No hay dudas que esta actividad contribuye a padecer trastornos de peso y a modificar las conductas en el hogar.
En ese lapso se suelen consumir más patatas fritas, galletas, dulces, refrescos y comida chatarra. Esto conduce, sin dudas, al sobrepeso y podría conducir a otras enfermedades tales como colesterol o hasta diabetes.
A cualquier edad
Cuando vemos el televisor tenemos una actitud relajada, nos alejamos un poco de la rutina y de los problemas (si no miramos noticias), nos sumergimos en un mundo ficticio. Es por ello que comemos más sin darnos cuenta.
Además, comer frente al televisor es sinónimo de aperitivos o snacks, y no de comida saludable. Y la mayoría de ellos tienen un alto contenido de grasas, como ya se dijo antes.
Comer de manera mecánica
Otra cuestión a tener en cuenta es que nos llevamos los alimentos a la boca de manera mecánica. Esto nos puede provocar, además de sobrepeso, dolor de estómago y “atracones”.
Todo ello se agrava cuando aparecen los anuncios de comida. Estos son un estímulo para comer más y tener más ganas de ingerir esos alimentos (que nunca son saludables). Cambia el hábito de llevarte algo de comida al sofá cuando enciendes la televisión. Y en lo posible, reducir la cantidad de horas que pasas frente a esta caja de colores.
Los peligros de comer frente al ordenador
Así como ocurre con la televisión, el ordenador es un enemigo íntimo de nuestra salud por varias cuestiones. Estas van desde el sedentarismo a los problemas oculares, pasando por contracturas y malas posturas. Esta actividad o rutina de comer frente al ordenador podría desarrollar mayores inconvenientes, como promover la obesidad, según afirman algunas investigaciones.
Es frecuente que para terminar antes el trabajo o para no tener que salir de la oficina aprovechemos la hora del almuerzo para no movernos del escritorio. Dejamos el recipiente con el menú de día (que suele ser algo de fast food) al costado del teclado. Y mientras respondemos un correo electrónico o hacemos un informe vamos dando algunos bocados.
Un lugar contaminado
Suele decirse que la mesa de trabajo tiene 400 veces más bacterias que un baño, pero no existen estudios que lo certifiquen.
Lo que sí es cierto es que el campo electromagnético del PC podría destruir la estructura molecular de la comida y del agua y convertirlas en nocivas para la salud. Esto significa que podría perder sus propiedades y nutrientes, algo que a largo plazo puede ser muy nocivo. Como si todo esto fuera poco, comer frente al ordenador tiene los mismos efectos detallados en relación a la televisión.
Para evitar todo esto, tómate la hora del almuerzo. Si estás muy atareado de trabajo, reduce a media hora el descanso. Pero no dejes de comer como corresponde. Evita comer frente al televisor y tu cuerpo te lo agradecerá.