Las declaraciones del intendente Juan Aguayo, dónde explicó que los ambientes del campo ferial de la Feicobol pueden convertirse en un mercado para las comerciantes ambulantes que invaden las principales calles de la ciudad, generaron una molestia generalizada en los comerciantes de mercados legalmente establecidos.
Para el dirigente de la Pampa, Edwin Romero, el intendente se está dando atribuciones que no le corresponden, pues quien debería decidir ese tipo de cambios es el alcalde José María Leyes y con el consenso de diferentes sectores.
Muchas caseritas consideran que, aunque se les dé puestos a las ambulantes en otros mercados, igual mantendrán sus desdobles en las aceras. “Algunas ya tienen puestos en mercados zonales, pero por la poca venta igual siguen viniendo a vender aquí”, explicó una de las comerciantes.