Comerciantes salen a provincias en busca de generar ingresos

Doña María y su hija viajan los fines de semana al trópico donde llevan ropa que buscan vender para generar recursos que ayuden a mantener su familia.

Los comerciantes ambulantes son una realidad que surgió de sectores desempleados en su intento de generar recursos. El comercio general creció poco a poco, saturando las calles adyacentes en los mercados del centro de la ciudad.

Sin embargo con la llegada de la pandemia, los despidos y la falta de empleos generaron nuevas necesidades que las familias trataron de subsanar ingresando al comercio informal.

El valle bajo, el valle alto y el trópico de Cochabamba son algunos de los destinos donde los comerciantes ambulantes llegan para ofertar sus productos.

EL TRÓPICO

Ropa, alimentos, utensilios entre otros productos son los que llevan a las localidades de municipios como Villa Tunari.

“Pues porque acá no hay venta, no hay dinero y porque durante la pandemia los ambulantes aumentaron considerablemente existe muchos nuevos, varones, mujeres, jóvenes, adultos que venden ahora lo mismo que uno”, cuenta la hija de María, explicando cómo fue que se animaron a viajar al trópico de Cochabamba. 

“Antes de la pandemia nos comentaron que en el trópico se vendía bien, pero bueno como no teníamos la necesidad de ir no lo hicimos hasta  que volvimos de la cuarentena, notamos la gran cantidad de nuevos que decidimos ir”, indica.

En el trópico la ropa que llevan es bien recibida, en comunidades como Isunuta e Isiboro las familias salen a los pueblos de sus chacos para ver las ofertas y reponer ropa que se desgasta rápidamente por el clima. 

EL VALLE ALTO

Raquel y su mamá, son comerciantes tienen puestos fijos en Cliza desde hace un par de años, una vende aguayos  y la otra flores principalmente los días de feria, domingos y en alguna ocasión jueves.

Tras la cuarentena vieron como poco a poco comerciantes comenzaron a llegar de Cochabamba. Los vieron asentarse en calles aledañas, vieron como el número incrementó cada vez más y también fueron testigos de cómo los intentos de la intendencia de controlar el distanciamiento y las autorizaciones fracasaban.

Ahora los comerciantes ofrecen sus productos libremente incluso en aceras de la plaza principal.

Es así que comerciantes ambulantes llegan a nuevos espacios a veces con falta de control pero en busca de mantener a sus familias.